En 2018, Meghan Markle se llevó todas las miradas alrededor del mundo. La actriz, de origen estadounidense, se vio envuelta en un comunicado de la Casa Real Británica. En él se anunciaba que ella era la mujer que el Príncipe Harry, hijo menor de Lady Di y nieto de Isabel II, había elegido para comprometerse y, posteriormente, cumplir con una boda a lo grande.

Sin embargo, la estancia de Meghan Markle en el Palacio de Buckingham no duró mucho. Es que, a principios del año pasado, tanto ella como su esposo, el Príncipe Harry, anunciaron su salida de la Casa Real tomando la firme decisión de mudarse a Estados Unidos. Dejando todo de lado, los duques se dispusieron a formar una nueva vida muy lejos de los Windsor y su burbuja monárquica.

Aún así, más allá de que tanto Markle como Harry dejaron de ser miembros seniors de la realeza, forman parte de una de las familias más importantes y poderosas del mundo, al menos por vínculo sanguíneo. Es por eso que, a pesar de que no tengan que pasarse una vida cumpliendo protocolos, hay cosas que todavía tienen que respetar cuidando su imágen.

Meghan y Harry deben seguir cuidando su imagen. Foto: (Netflix)

Tal es así que la reciente fotografía inédita que trascendió de Meghan podría enfadar por completo a Isabel II. Esto se debe a que se la ve con una copa de champagne en la mano y muy sonriente, algo que ningún miembro de la familia puede hacer en público, excepto en ocasiones especiales. No obstante, cabe destacar que la postal es de mucho antes de que ella sea duquesa.

Fue Rick Hoffman, quien interpretó a Louis en Suits, la serie que protagonizó Markle mucho antes de conocer al Príncipe, el que difundió la instantánea. Mediante su cuenta de Instagram, el actor quiso recordar esos buenos momentos que tuvo con su colega y escribió: “buenos viejos tiempos”. En la foto se los ve a ambos brindando en lo que parece ser un restaurante y una especie de celebración.

Meghan Markle conoció al Príncipe Harry filmando las últimas temporadas de Suits por lo que los miembros del elenco fueron todos invitados a la gran boda. La actriz interpretó a Rachel Zane, una asistente legal que trabaja en una firma de abogados corporativos, durante las primeras ocho temporadas. Para la última no llegó a estar ya que había dado el “sí quiero” y fue obligada a abandonar el programa.