Como los más fanáticos de Outlander saben, la serie está inspirada en la saga de libros escritos por la autora Diana Gabaldon. La historia ha tenido tanto éxito en su forma literaria como en su salto a la televisión. Sin embargo, el libro principal de la franquicia fue prohibido en escuelas de Estados Unidos.

¿Por qué se prohibieron los libros de Outlander en las escuelas?

El suceso no es un episodio histórico. Esto ocurrió en abril de 2022, en las escuelas del condado de Walton, Florida. En ese lugar, el primer tomo de la saga de Claire Randall fue eliminado de los estantes de sus bibliotecas, junto a otros 58 populares textos.

Entre los otros títulos censurados también figuraron 50 Shades of Gray, de E.L. James, y 13 Reasons Why, de Jay Asher.

Si bien en un principio no se especificaron las razones para la censura; poco después se supo que se debía a que varios de los textos abordan temas de sexualidad y género. En particular, el título de Gabaldon incomodaba por referencias a la violación y el aborto.

El superintendente de las escuelas del condado de Walton, A. Russell Hughes, justificó la medida indicando que “lo que es necesario varía. No sé si defino la palabra ‘necesario’ como necesario para los que se oponen, necesario para los que no querían”.

“Era necesario en este momento que yo tomara esa decisión y lo hice por solo un bienestar de todos los involucrados. Incluidos nuestros electores, nuestros maestros y nuestros estudiantes”, puntualizó.

La reacción de la autora Diana Gabaldon

La escritora en ese entonces aseguró que si bien las autoridades buscaban evitar que los estudiantes leyeran estos libros, lograrían todo lo contrario. En el fondo, la prohibición generaría mayor interés en los textos.

“Creo que ningún libro debería ser prohibido. A) las personas, incluso los niños, que son personas en formación, deben poder tomar sus propias decisiones informadas. Y ¿cómo se les informará si se les priva de la elección?”, cuestionó Diana Gabaldon en declaraciones a The National.

Eso para luego añadir: “B) una vez que permites la ‘prohibición’ de cualquier cosa, te encuentras con el problema de toda la censura. ¿Quién, exactamente, puede elegir lo que está prohibido?”.

“Si censuras la lectura, las elecciones políticas, etc. de otra persona, ipso facto le estás dando a otra persona el derecho de censurarte. Educar a los niños es cuestión de darles cosas para la mente, no de quitárselas”.

“Francamente, creo que prohibir un libro probablemente aumente el interés en él, porque casi todo el mundo está interesado en la posibilidad de que haya partes traviesas”, puntualizó la autora.

Los libros de la saga Outlander han vendido más de 20 millones de copias en todo el mundo, se han traducido a más de 20 idiomas e inspiraron la exitosa serie de televisión.