El 4 de noviembre de 2016 es un día que ningún miembro de la familia real británica querrá recordar: Netflix estrenó The Crown en su catálogo y su imagen se vino abajo. Más allá de que nunca pudieron tener el respeto total de sus súbditos, la serie creada por Peter Morgan terminó de arruinar ciertos puntos históricos de su vida que aun quedaron con heridas abiertas.

De hecho, a excepción de la Reina Isabel, todos los miembros de la monarquía se han encargado de manifestar su descontento en contra de The Crown. El primero en hablar fue Felipe de Edimburgo, quien dejó muy en claro sus opiniones mucho antes de morir, luego le siguió su primogénito, el Príncipe Carlos y tiempo después se sumó el Príncipe William, quien aseguró estar muy enfadado con todo lo plasmado por la serie.

Sin embargo, la ficción más cara de Netflix no es la gran causante de todos los dramas en los que se ven involucrados los Windsor. Más allá de que esta serie sí, dejó muy mal parados a muchos, son ellos mismos los que, más de una vez, arruinan su propio bienestar con diferentes actitudes que los alejan de su propia familia y, el mayor ejemplo, es el Príncipe William.

Si bien muchos imaginan que fue el Príncipe Harry, duque de Sussex, el malvado de toda esta historia por abandonar a su familia y, de hecho, hablar mal de ellos en entrevistas tan polémicas como la que tuvo con Oprah, la realidad es muy distinta. Es que, según lo que se conoció hace algunas horas, fue el hijo mayor de Lady Di, William, quien traicionó a su hermano menor.

Omid Scobie, periodista y coatuor de la biografía de Harry, Finding Freedom, aseguró que “no fue una coincidencia” que los ayudantes del duque de Cambridge en el Palacio de Kensington comenzaran a expandir rumores sobre la salud mental del duque de Sussex. “Si William dirigió eso o no, nadie lo sabrá, pero provino de la oficina de la que él es jefe”, comentó el experto.

No obstante, cabe destacar que, a pesar de lo mal que se ve esta situación, no es la peor traición que William le habría hecho a Harry, sino que hay una aún peor. La mala relación entre los hermanos fue confirmada en 2019, cuando el más joven de ellos, durante una gira por Sudáfrica aseguró ante Tom Bradby que él y su hermano estaban "en caminos distintos” y, fue en enero de 2020 cuando todo terminó quedando en claro.

Esto se debe a que, cuando Harry decidió abandonar sus tareas como Royal y el famoso Megxit inició, William optó por hacer caso omiso a los dolores y pensamientos de su hermano menor y apoyar por sobremanera a la corona. En The Crown, cuando Isabel II asume su puesto, la Reina Madre no hace más que decirle que “la Corona ganó y siempre debe ganar” y, por lo visto, ésta es una norma que traspasó generaciones.