Ya pasaron dos meses desde que el mundo conoció la noticia del triste fallecimiento de Felipe de Edimburgo. Con 99 años y problemas del corazón, el Príncipe perdió su vida en el Palacio de Buckingham “en compañía de su amada esposa Lilibeth”, según dictó el anuncio oficial. Y, ante tantos años de devoción a la corona, el consorte fue despedido a nivel global por las personalidades más conocidas.

Sin embargo, quienes intentaron hablar lo menos posible sobre Felipe de Edimburgo fueron los integrantes del equipo de The Crown. A pesar de que muchos de los actores sí se despidieron del marido de la Reina con sumo respeto, Peter Morgan y su entorno optaron por hacer silencio a modo de respeto de la familia Real ya que, durante la emisión de la serie, muchos de ellos, en especial el duque, se han sentido muy afectados.

Es que, en más de una ocasión antes de morir, Felipe se encargó de desmentir a The Crown y dejar para la posteridad una opinión formada sobre la serie que retrata la vida de su familia. No obstante, más allá de las palabras Príncipe de origen griego, la serie plasmó muchas verdades en la pantalla y, una de ellas, es el peor dolor que sufrió el consorte de Isabel II cuando fue nombrado por el Rey Jorge VI del Reino Unido como el prometido de su primogénita.

Hoy, 10 de junio de 2021, el duque de Edimburgo y abuelo de los Príncipes William y Harry estaría celebrando sus 100 años y, por eso, su país volvió a mostrar respeto ante el dolor de los Windsor. Sin embargo, así como lo mostró el relato de Peter Morgan, a pesar del homenaje que le rinde Inglaterra en la actualidad, Felipe más de una vez se sintió ofendido con las políticas inglesas por una razón: no tuvo el derecho de ponerle su apellido a sus hijos.

Es que, al no ser descendiente directo de los Windsor, utilizar su apellido Mountbatten implicaba romper con una línea hereditaria de años. “Soy el único hombre en el país que no le puede dar el apellido a sus hijos”, fue la frase que, según The Crown, el duque utilizó para expresar su malestar. Y, de hecho, tiene cierta verdad ya que ni el Príncipe Carlos, ni la Princesa Ana ni tampoco los Príncipes Andrés y Eduardo tienen el apellido de su padre.

Aunque, en honor a su abuelo recientemente fallecido, quien rompió la tradición es el menos esperado: el Príncipe Harry. Pues, hace tan solo unos días fue padre de su segunda hija y, así como honró a su abuela Isabel y a su madre, Diana con los nombres, también lo hizo con el Príncipe ya que la recién nacida tiene su apellido: Lilibeth Diana Mountbatten – Windsor es el nombre completo.