Las historias de misterio suelen ser sinónimo de garantía en Netflix. Cada semana, una nueva serie o película consigue encandilar a los usuarios con una trama repleta de intriga y conflictos apasionantes. No obstante, no toda producción que llega a la plataforma de streaming se transforma en un éxito. Así sucedió con una ficción protagonizada por Naomi Watts que fue un completo fracaso y que terminó luego de emitir su primera temporada.
Hablamos de Gypsy, un thriller psicológico que se compone de 10 episodios de aproximadamente una hora. Creada por Lisa Rubin, la serie sigue a Jean Holloway, una terapeuta que vive en Manhattan y que lleva una rutina aparentemente común y corriente. Lo que oculta es que, en verdad, comienza a desarrollar relaciones íntimas y peligrosas con las personas vinculadas con la vida de sus pacientes.
Naomi Watts protagonizó Gypsy en la plataforma de streaming (Netflix).
“A medida que los límites de la vida profesional y las fantasías personales de Jean se vuelven borrosos, ella desciende a un mundo donde las fuerzas del deseo y la realidad se oponen desastrosamente”, explica su sinopsis oficial. ¡Naomi Watts no está sola! La acompañan en el reparto Billy Crudup, Michael Halloway, Sophie Cookson, Lucy Boynton y Karl Glusman. Es por esto que la producción dirigida por Sam Taylor Johnson de Cincuenta Sombras de Grey, tenía todo para ser un éxito.
Lo cierto es que su estreno en 2017 desilusionó no solo a los espectadores, sino también a la crítica especializada y a su propio equipo. Es que, según había anunciado Netflix, la producción había comenzado a trabajar en los guiones de la segunda temporada cuando todo debió ser cancelado a seis semanas del estreno por la pésima recepción del público. Incluso se trató de un caso único al hablar de un drama original hasta ese entonces.
Naomi Watts protagonizó Gypsy en la plataforma de streaming (Netflix).
La plataforma de streaming explicó que se trató de una estrategia. En aquel momento, el director ejecutivo de Netflix, Reed Hastings, aseguró que la tasa de aciertos de la compañía de entretenimiento era demasiado alta y es por esto que casi no se habían cancelado series. “’Tenemos que arriesgarnos más, hay que probar más locuras. Porque deberíamos tener una tasa de cancelación más alta en general”, sostuvo en 2017.