Pasaron más de tres años desde el final de Game of Thrones y ya nos encontramos nuevamente en el barco de la franquicia con el lanzamiento de House of the Dragon, la serie precuela que en la noche del domingo estrenó su primer capítulo en HBO y el servicio de streaming HBO Max. Si bien es cierto que la culminación del show original no había dejado los mejores recuerdos, la realidad es que los fanáticos vivieron la primera emisión enérgicamente y, como los viejos tiempos, las redes sociales explotaron.

Esta adaptación de la novela Fire & Blood de George R.R. Martin inicia poniendo en conexto a los espectadores con una voz en off que se encarga de relatar parte de la historia reciente. Tenemos al Rey Jaehaerys Targaryen, quien ha gobernado Westeros durante más de 60 años, pero al tener a sus hijos fallecidos decide convocar a un consejo para decidir quién estaría en el Trono de Hierro, tal como sucedió al final de Game of Thrones. Sin estar de acuerdo con que Rhaenys tome el poder al ser una mujer, Viserys I es seleccionado para estar al mando. El inicio cierra con un mensaje que tiene sentido con lo que sabemos a futuro: "Lo único que podía derribar La Casa del Dragón, era la Casa misma".

Instantáneamente se aclara que el presente del episodio es 172 años antes de la muerte del Rey Loco y el nacimiento de Daenerys Targaryen. Luego se nos presenta a Rhaenyra, la hija del rey Viserys, y a Alicent Hightower, la hija de la Mano del Rey, Otto Hightower, paseando por la Red Keep hasta llegar a la habitación de su madre, Aemma, quien está embarazada de quien es el niño que crecerá para tomar el poder en Westeros, ya que hasta ese momento no se considera a otro heredero al trono.

Más adelante, se observa a Alicent hablando con Rhaenyra acerca de Nymeria, quien es una guerrera que llevó a los Rhyonar a Dorne y estableció el gobierno de la Casa Martell, por lo que se cree que esto puede ser también un puntapié para el desarrollo de otro spin-off del universo. La joven Targaryen se encuentra en una posición desalentadora ante el futuro del reinado, por lo que asegura que no es su principal preocupación.

Se nos presenta al Consejo del Rey, quienes discuten acerca una problemática específica, pero también se concentran en el Torneo del Heredero, un campeonato de justar que se lleva adelante el mismo día del hijo de Viserys. A continuación, Daemon Targaryen se presenta como el Guardia de la Ciudad y decide ajusticiar con sangre a los criminales de King's Landing con la excusa de mantener un territorio limpio ante la llegada de los visitantes de todo Westeros para el Torneo.

En una de las escenas se nos deja en claro que Viserys no se encuentra en su mejor estado de salud al notar un corte en su espalda, pero el rey asegura que se trata del filo de las espadas del Trono de Hierro. Ante esta situació, Otto Hightower menciona que sea lo que sea que tuviese, se debe mantener en secreto. El Torneo del Heredero da comienzo con una violencia explícita y Daemon se enfrenta con el hijo mayor de Otto, ya que anteriormente vemos que no se llevan bien. Si bien logra derrotarlo, Targaryen es superado por Ser Cole en la justa y se proclama como el campeón.

Mientras el Torneo se llevaba a cabo, Viserys es avisado que Aemma no podría dar a luz a su hijo, por lo que debe tomar la difícil decisión de sacrificar a la madre para salvar al niño, por lo que tenemos una nueva muerte de un Arryn en un primer capítulo, como sucedió en Game of Thrones y con una referencia a Ned Stark al momento del nacimiento de Jon Snow junto a su hermana, Lyanna. Lamentablemente, el bebé que fue llamado Baelor también muere durante el parto y ambos son quemados por el fuego de dragon, con la orden de Rhaenyra al exclamar una palabra conocida por todos: "¡Dracarys!".

La sucesión vuelve a ser un tema principal para el Consejo, por lo que se propone a Daemon como su heredero legítimo, aunque Otto Hightower menciona que su hermano no está hecho para el trono y debe mantenerse alejado. Rhaenyra es nombrada como una posibilidad, pero los hombres en la mesa se burlan de esto. El rey toma conocimiento de que Daemon se había proclamado como el heredero y lo enfrenta asegurándole que no será tenido encuenta y que deberá regresar a Runestone junto a su Lady, en lo que es un paso más a la ruptura de la familia.

Finalmente, Viserys nombra a Rhaneyra como su heredera y en paralelo a un conmovedor discurso se muestra un montaje de preparación al anuncio en la Red Keep. Si esta escena no podía ser más emotiva, el rey le menciona a su hija la profecía de Aegon el Conquistador, quien predijo "el fin de los hombres con un fuerte invierno que sopla desde el lejano norte", en referencia a los White Walkers. Además, se menciona a que en ese momento un Targaryen debe estar al trono para unir el reino contra el frío y la oscuridad, siendo un sueño llamado "Canción de Hielo y Fuego", como el libro escrito por Sam al final de Game of Thrones. Rhaenyra es proclamada como la siguiente al Trono de Hierro y el capítulo llega a su fin con rugidos de dragón y la icónica canción de la serie original compuesta por Ramin Djawadi.