Desde hace algunas semanas, de lo único que se habla cuando se trata de Netflix y sus series es de El Juego del Calamar. La exitosa producción coreana va camino a convertirse en lo más visto en toda la historia de Netflix. Hoy por hoy, dicho récord lo ostenta Bridgerton, que de acuerdo a los últimos números difundidos por la empresa, acumula más de 625 millones de horas reproducidas con tan solo una temporada. Ni La Casa de Papel ni Stranger Things, con más episodios lograron tanto, pero esto podría cambiar con este show nacido en Corea del Sur.

Creado por Hwang Dong-Hyuk, El Juego del Calamar se centra en un desafío mediante el cual varios participantes compiten por un premio de dinero. Por supuesto, esto tiene su giro y es que cada derrota equivale a una despedida bastante sangrienta. Cada uno de los desafíos está inspirado en un juego tradicional de la cultura coreana de la década del 70.

A pesar de que recién en 2021 se convirtió en un éxito indiscutible, gracias a Netflix, El Juego del Calamar llevaba 13 años de desarrollo. Según reconoció Dong-Hyuk, su idea nació en 2008, pero no pudo hacerse realidad ya que era “muy compleja” y “no era comercial”. Las productoras no lo veían como algo a realizar porque él no tenía la experiencia ni la fama necesaria, además de que se trataba de una producción demasiado violenta para lo que estaban acostumbrados los televidentes. 

“Este proyecto se planeó originalmente en 2008 o 2009. Pensamos que una serie de juegos de supervivencia con características más coreanas sería divertida”, dijo el director y luego remarcó: “No conseguí reunir suficiente inversión, el casting fue difícil, intenté sacarlo adelante durante un año, pero luego lo dejé dormir”. Finalmente, con su idea de expandirse en distintos mercados de todo el mundo, Netflix vio con buenos ojos producir una ficción coreana para llegar a los televidentes asiáticos.

Parasite, la ficción que cambió la historia

Si bien la industria coreana llevaba años de crecimiento y desarrollo, Bong Joon-ho cambió la historia para siempre. Con una carrera en la que aparecieron títulos como Okja (también de Netflix) o Memories of a Murder, el realizador sentó las bases para lo que fue su gran obra: Parasite. Lanzada en 2019, rápidamente ganó tracción por el boca en boca y llegó como una de las favoritas en los premios Óscar del 2020. 

El premio a Película Extranjera estaba cantado y no iba a haber sorpresas, pero Parasite tenía las condiciones para marcar un hito. Por primera vez en la historia de los premios, una película extranjera se quedó con el máximo galardón. Esto no solo alentó a ver la filmografía de Bong Joon-ho sino que le abrió las puertas para seguir produciendo. Sin ir más lejos, confirmó una serie para HBO Max inspirada en la película ganadora aunque con una historia completamente original.