El cine de época es muy difícil de llevar a cabo, pero cuando se logra es un espectáculo visual imperdible. Y eso mismo sucede con Los tres mosqueteros: D'Artagnan, una nueva adaptación de la historia creada por Alejandro Dumas que fue llevada a la pantalla grande por Martin Bourboulon. Si bien la historia ya es de las más conocidas del mundo, la película se convirtió en una aventura de amistad a prueba de sables. 

Algo que ha sucedido, con la obra de Dumas, es que tuvo miles de adaptaciones al gran cine clásico, pero ahora ha revivido en la cultura francesa. Esto es porque Los tres mosqueteros: D'Artagnan es una cinta íntegramente de Francia. Sus actores y sus fascinantes locaciones son todas originarias de dicho país. 

Tal es así que, con el regreso del clásico a casa, la historia que se desarrolló es tan atrapante como sorprendente. Es que, gracias a su adaptación francesa no sólo tocó perspectivas que antes habían sido ignoradas, sino que lo mejor del film es la manera en la que aborda la historia, siendo tan fiel a la original, pero también se relaja al abrirse a distintos personajes. 

Los 3 mosqueteros es una gran película. Foto: (BF)

Los 3 mosqueteros es una gran película. Foto: (BF)

Eso sí, más allá de esos pequeños desvíos que comete en su trama, el foco siempre está puesto sobre D´Artagnan y eso es lo que hace que todo sea mucho más admirable. Alargar una historia no siempre es efectivo, pero en esta ocasión lograron una producción no sólo fascinante, sino también digna de aplaudir y con muy pocos defectos.

En esta cinta muestran las tres caras tan distintas de los mosqueteros, donde Athos es retratado como un hombre que ya no tiene la misma efectividad y parece derrotado, con aires de melancolía y Porthos está enfocado como un hombre alegre, pero siempre fiel a sus principios. En cuanto a Artemis, él con sus aires de galán conquista toda la trama. Aunque, lo cierto es que la personalidad de cada personaje fue lo mejor de la película gracias al sublime trabajo de Vincent Cassel, Pio Marmaï y Romain Duris, sus intérpretes.

Athos. Foto: (BF)

Athos. Foto: (BF)

Sin embargo, el verdadero encanto está en el D'Artagnan de François Civil, quien encarna a un personaje arrogante, seductor y pícaro. Junto con esto y su trama, donde se nota que hay un enfoque muy europeo ya que encuentra el equilibrio entre la intriga, la acción y la rama histórica, Los tres mosqueteros: D'Artagnan es una obra excepcional que revive la esencia de Alejandro Dumas

Además, también cuenta con un espíritu romántico y humorístico del que no abusa, pero encuentra el momento justo para incluirlos en el guion. Pero, más allá de lo que al libreto respecta, este largometraje también es encantador desde lo visual. Las piezas de época nunca son fáciles de llevar adelante debido a que un objeto, una luz o un mal plano pueden causar un desastre en el desarrollo. 

De todas maneras, aquí, se juega con los matices entre los tonos lúgubres, pero siempre yendo al costado original de una pieza de época combinada con el modernismo. Además, al ser una cinta de origen puramente francés, cuenta con un nivel de locaciones dándole mucho más realismo. Por lo que, este tipo de cuestiones, convierten a la historia en una película de acción y aventura bien clásica con una base que ya es conocida y funciona, pero al fin y al cabo se escapa de lo común. 

Los 3 mosqueteros y D´Artagnan. Foto: (BF)

Los 3 mosqueteros y D´Artagnan. Foto: (BF)

Los tres mosqueteros: D'Artagnan es un gran acierto y reencuentro con la obra original de Alejandro Dumas. Pues, se enfoca puramente en la llegada del protagonista a París para convertirse en un mosquetero, aunque antes intenta enfrentarse a duelo con ellos. Pero, cuando se ve obligado a ayudarlos en un caso de investigación que involucra a la Reina de Francia, demuestra su valía para ser parte de este grupo. Sin dudas, una historia emocionante que, además, está creada de manera alucinante, siendo ésta una de las mejores películas francesas en los últimos años