Desde hace sólo unos cinco años, la vida de Georgina Rodríguez dio un vuelco de 360 grados. Con una infancia turbulenta y humilde, la joven de 28 años nacida en Buenos Aires, de padre argentino y madre española, se crió en la ciudad de Jaca, en Aragón. Dueña de una personalidad y un carisma imponente, desde pequeña supo hacerle frente a las adversidades, pues uno de sus objetivos era cambiar su destino. Y lo hizo. Solo que no imaginaría en ese momento hasta dónde llegaría. 

Y de eso mismo trata el reality de su vida que acaba de llegar a Netflix. Soy Georgina revela, según su sinopsis oficial, todos los aspectos de su vida, desde los más públicos y conocidos hasta los más íntimos. En este sentido, el show intenta acercarse poco a poco al día a día de esta influencer, modelo y empresaria con más de 30 millones de seguidores. Pese a lo que muchos creerían, y, como sus propios amigos afirman, Georgina “es una persona común que no ha cambiado su forma de ser”. Tal vez, tenga que ver con su pasado, en el que vivió con lo justo. 

De hecho, al principio de la relación con Cristiano, ella misma cuenta que tuvo que acostumbrarse a las enormes mansiones del futbolista. “Ahora puedo disfrutar de las cosas sin pagarlo a plazo o sin poder pagarlo siquiera, pero la verdad es que disfruto tanto como antes”, dice Georgina en un momento que recuerda las vacaciones que pasaban con su madre y hermana Ivana cuando era pequeña.

Lo cierto es que el estilo de vida ostentoso no le ha quitado su simpatía ni su humildad. Se encuentra rodeada de sus amigos de siempre y comparte con ellos los momentos más importantes de su vida. Tal como cuenta ella misma, se considera una verdadera fanática de la moda, pero también de la familia. Ama pasar tiempo con sus hijos y con Cristiano, por supuesto, a pesar de la distancia.

Georgina y Cristiano se conocieron en 2017 cuando él acababa de terminar una relación de más de cinco años con la modelo Irina Shayk. De hecho, Soy Georgina comienza con este increíble primer encuentro que tuvieron mientras ella se encontraba trabajando como vendedora en Gucci. El flechazo fue inmediato y, al poco tiempo, comenzaron un noviazgo que cambió su rutina para siempre. El futbolista está presente en el reality y cada vez que lo hace no deja de recalcar lo orgulloso que se siente de Georgina, a quien la describe como la “mujer de su vida” y una “madre ejemplar”.

Soy Georgina tiene 6 episodios de 40 minutos súper entretenidos y originales filmados en diferentes países como España, Portugal y Bélgica, que de alguna manera sorprenderá a quienes no conocen a la influencer. Los capítulos se enfocan en contar con naturalidad la rutina de una joven famosa con su familia y amigos, pero que no está dispuesta a protagonizar escenas de histrionismo o excéntricas como suele suceder con este tipo de programas. La primera temporada ya está disponible para ver en Netflix.