Nunca fue un secreto que era un enamorado. Tras su fallecimiento, notas periodísticas y programas de espectáculos hicieron hincapié en sus romances para incluirlos en semblanzas. 

En televisión, conductores dijeron que sus canciones serían recordadas por siempre debido a sus versos románticos y la influencia que tuvieron para conquistar mujeres. El repertorio musical del ‘Poeta del pueblo’, como le llamaban, fue pretexto para teorizar acerca de quiénes fueron “la inspiración” para componerlas.

 

La premisa de que se inspiraba en una musa específica para escribir las letras, según lo que su corazón dictara en ese momento, acompañó y acompaña los comentarios acerca de su trayectoria como cantautor; la concepción mediática es que ninguna canción surgió sin una mujer como motivo en el sentimiento de hijo pródigo de Juliantla.

Esa idea se acrecentó con su muerte, sobre todo por las declaraciones hechas a la prensa por parte de sus herederos. Uno de ellos, Julián Figueroa, compartió a una televisora que la canción Eso y más la compuso con Salma Hayek en su pensamiento. La actriz mexicana era un amor platónico para él.

A diferencia de las relaciones que tuvo en vida, sabidas y difundidas por los medios de comunicación, su sentir sobre la protagonista de Frida lo ocultó hasta que pudo expresarlo en las siguientes líneas, que son interpretadas como una connotación cinéfila:

“Me contaron de Romeo y Julieta,

y pensé qué hermoso cuento…

 

...cruzaré los montes, los ríos, los valles, 

por irte a encontrar,

Salvaría tormentas, ciclones, dragones, 

sin exagerar…”

 

Cuando se dio su lanzamiento , su musa ya era una mujer consolidada en Hollywood. Para acercarse a la estrella, como lo haría cualquier espectador, y si es que esa fue su intención, lo hizo mediante una de las posibilidades que ofrece tener un amor platónico: escribiéndole un poema, o una canción.