El mundo de las telenovelas es muy amplio y la cantidad de actores e intérpretes, por supuesto, también. Algunos podrán tener más popularidad que otros, pero sin dudas todos han logrado conquistar a los espectadores con cada una de sus apariciones. Eso mismo sucedió con Valentino Lanús, un joven nacido en Ciudad de México en 1975. Desde muy pequeño mostró su interés por el arte, aunque comenzó dando sus primeros pasos en el modelaje. 

Al finalizar la escuela, ingresó en el CEA de Televisa y fue allí donde lo escogieron para participar en la novela María Isabel, junto a Adela Noriega. De esta manera, Lanús fue creciendo poco a poco en la industria y así llegarían papeles cada vez más importantes.

Trabajó en Amor Gitano, Amar otra vez, Mariana de Noche y, sin dudas, una gran oportunidad llegó de la mano de Carla Estrada en Alborada. En este drama de época, el actor dio vida a Martín, un joven muy entusiasta que se enamora perdidamente de la protagonista María Hipólita, interpretada por Lucero. Años más tarde, en 2008, protagonizaría una comedia llamada Las tontas no van al cielo junto a Jacqueline Bracamontes y Jaime Camil.

Sin embargo y, a pesar de su éxito, en 2017 decidió retirarse de la actuación y hasta hace poco se supo que comenzó una vida completamente diferente. 

 

La nueva vida de Valentino Lanús, actor de Alborada y Las tontas no van al cielo

Su última aparición en la pantalla fue en Nada Personal, en el año 2017, junto a Juan Soler. A partir de ese momento, el actor que hoy tiene 46 años decidió alejarse por completo de las cámaras para llevar una vida mucho más espiritual y con un vínculo cercano a la naturaleza. 

Tal es así que desarrolló un profundo amor por el yoga y por los animales. En una reciente entrevista con la revista Caras de México, el intérprete que fue pareja de Jacky Bracamontes, contó cómo fue el proceso para convertirse en guía espiritual. "La espiritualidad es uno de los caminos iniciales de cada persona encarnada, es la ruta de expansión de la conciencia", expresó en la entrevista.

Pero no solo eso. Lanús, que se define como un amante de la fotografía, comentó que habitó en los últimos años en la selva y eso también lo ayudó a cambiar su perspectiva con respecto a la vida. 

"He descubierto grandes verdades. Me dediqué a escribir y documentar al respecto con resultados y respuestas simplemente fascinantes", indicó. Por otra parte, Lanús está muy contento con que su hija pueda disfrutar de esta vida natural tanto como él y dijo que hoy la paternidad "es la prioridad más importante" en su vida.