David Fincher incendia la pradera: Basurea a los cines "malolientes" y llena de halagos a Netflix

No sólo es Christopher Nolan el que quiere ver el mundo arder. Porque si bien el director de Oppenheimer se mantiene a la cabeza del frente contra los servicios de streaming, ahora le salió un adversario a su altura. Es David Fincher, quien ha estrenado su más reciente película, la gloriosa El Asesino, en Netflix. Promocionando la entrega, el cineasta basureó la experiencia cinematográfica en salas y se derritió en halagos para los servicios de streaming. De paso, le dio un raspacachos a los estudios.

Nolan expresó en medio de una aparición pública y conservatorio con el público su compromiso con “intentar traducir la fotografía y el sonido (en Oppenheimer)… Para una versión que puedas comprar y tener en casa y guardar en un estante para que ningún servicio de streaming malvado pueda venir y robártelo”.

Es sabido el recelo que tenía el británico con las plataformas online, sobre todo después de la experiencia que tuvo con TENET y Warner Bros. en medio de la pandemia. Cuando la película había sido proclamada como el estandarte que devolvería a la gente a los cines, pero los estudios decidieron lanzar sus estrenos de manera simultánea en sales y streaming. Tal acto hizo que la película fuese un fracaso de taquilla.

Tal acto hizo que Nolan se sulfurara de tal manera que puso fin a su colaboración de larga data con Warner y se fue con todo a Universal. Allá lo recibieron con los brazos abiertos y le permitieron hacer la que es una de las mejores películas de 2023, sobre el padre de la bomba atómica.

Nolan puede que tenga aliados en su lucha. James Cameron y Tom Cruise se mantienen como defensores de la experiencia cinematográfica en cines. Pero David Fincher acaba de desmarcarse radicalmente de esa posición.

¿Qué piensa David Fincher de los servicios de streaming?

En una reciente conversación con Le Monde, David Fincher llegó con bencina y antorchas a un pastizal seco e incendió todo. En el diálogo se lanzó contra los cines y solo tuvo flores para los streaming.

“Seamos sinceros. He trabajado para la mayoría de los grandes estudios de cine. Cuando les dices: ‘Tengo que hacer estos efectos especiales en 4K’, su primera respuesta es: ‘Vaya, ¿por qué hacerlo tan caro?’. Se resisten al menor gasto”, criticó a las firmas de la industria.

En tanto, desembolsó los piropos para “Netflix nunca ha puesto reparos a este tipo de elección. Adoptaron un estándar de la industria que tenía sentido para los cineastas. Netflix tiene, con diferencia, el mejor control de calidad de todo Hollywood”.

Entonces, se volcó a disparar contra las salas. “No salvaremos el cine como cultura restringiendo los sistemas de distribución doméstica. Para ello, el cine tendría que convertirse en un lugar de vanguardia, y no este lugar húmedo, maloliente y grasiento que sigue siendo. Con muy pocas excepciones, escatimando todos los gastos necesarios”.

Así mismo, en Fincher aforaron sus sentimientos. “Me encantaban algunos cines, como el Grauman’s Chinese Theater o el Cinerama Dome de Los Ángeles, pero las condiciones técnicas eran deplorables. Debemos dejar atrás toda esta nostalgia para hacernos por fin la pregunta correcta: ¿quién ofrece hoy una representación óptima?”.

Sea como sea, el éxito de El Asesino y su firme posicionamiento en las tendencias de Netflix le da la razón a Fincher. Pero ver Oppenheimer o Los Asesinos de la Luna en una sala IMAX es una experiencia de otro nivel. Habrá que ver qué sucede en el futuro.