Hace algunos días, Hayao Miyazaki, el legendario creador japonés de animación, presentó su primer largometraje a los 82 años. Se trata de El niño y la garza, una película que nos muestra a Mahito, un chico de 12 años, que se muda a una nueva ciudad tras la muerte de su madre. Allí, una garza que habla comienza a decirle que su madre sigue viva, y lo hace entrar en una torre abandonada en su búsqueda, lo que le lleva a otro mundo.

Visualmente muy potente, como todos los trabajos de Hayao Miyazaki, la producción de Studio Ghibli ya ganó un Globo de Oro y se posiciona como la favorita a quedarse con el Oscar en la categoría a Mejor Película Animada. En este contexto, surgió el nombre de una “artista” colombiana que se adjudicó haber sido ganadora del premio, como parte del equipo creativo de El niño y la garza: Geraldine Fernández.

Varios medios cayeron en el engaño de Geraldine Fernández, una colombiana que afirmó haber animado gran parte de la película, quien luego se fue desmintiendo poco a poco, a medida que la verdad se iba conociendo. La noticia se propagó en redes sociales y generó tendencia, especialmente porque aseguró haber animado el comienzo del film, compuesto por ¡25 mil fotogramas!

Geraldine Fernández presentó supuestas pruebas de su participación, hasta bocetos con el logotipo de Studio Ghibli y videos de su trabajo. Incluso, llegó a ser parte de varias transmisiones de streamers donde contaba cómo había sido el proceso de trabajo, incluso contando que sabía algo de japonés y que se había manejado entre este idioma y el inglés para comunicarse con el estudio.

Otro aspecto cuestionado fue la ausencia del nombre de Fernández en bases de datos cinematográficas de renombre. La mujer incluso habló de tener contacto directo con Hayao Miyazaki. En una de sus tantas mentiras, aseguró haber entregado una tesis en Tokio que dejó a sus maestros encantados, quienes le hicieron el puente con Studio Ghibli.

+Cómo se descubrió la mentira de Geraldine Fernández

El escándalo creció en redes sociales, y ante la presión, Fernández prometió de varias personas, se comprometió a enviar una copia del contrato que supuestamente firmó. Sin embargo, pocas horas después admitió no tener evidencias. Pero además, entre los varios reportajes que brindó, algunos de los cuales fueron en vivo, quedó en evidencia que parte de su portfolio de imágenes había sido plagiado de otros artistas.

Incluso, tuvo problemas con su trabajo real en Tecnoglass, una empresa que la había contratado y se había jactado de tenerla en su equipo. Tiempo después, cuando se conoció la verdad, fue despedida y el propio presidente de la empresa, Christian Daes, tuvo que salir a retractarse públicamente, al tiempo que aseguró que todo había sido imaginación de Geraldine Fernández.