Ahora que se ha revelado el hallazgo de un filme olvidado de George A. Romero, titulado The Amusement Park, sus fieles seguidores se han encargado de poner nuevamente su nombre en las conversaciones sobre directores que nos han marcado a través de sus películas. Y su obra cumbre forma parte de esos títulos que cambiaron la vida de millones de cinéfilos, ni más ni menos que La noche de los muertos vivientes.

Estrenada el 1 de octubre de 1968, la película marcó un antes y un después en el cine de terror. Se lee como un lugar común, pero es verdad. Hasta la fecha es un documento que continúa como influencia y objeto de estudio para realizadores que incursionan en el género.

Para el público en general, especialmente para fans de las historias sobre zombies, se trata de un material de culto obligatorio de verse. En primera instancia porque la fotografía rompió el convencionalismo de la estética al emplear el recurso de una imagen desenfocada y poco “limpia” para generar la sensación de claustrofobia. Un segundo punto de valor es su producción con bajo presupuesto, un rasgo que aprecian los cinéfilos porque resalta todavía más la importancia de la trama.

Lo que era una simple visita a un cementerio para llevar flores, se convirtió en una pesadilla para millones de personas que empezaron a sentir miedo de acudir a un panteón y vivir en la realidad lo que padecieron los personajes de Romero en la ficción. Todo por culpa de unos seres que caminan con lentitud, comen carne humana fresca y cuya única forma de eliminarlos es disparándoles en la cabeza.

Pese a que en la actualidad proliferan los efectos especiales para hacer más atractivas las películas acerca de zombies, y a pesar de que los guiones van desde la comedia hasta el gore para captar la atención de más fans, La noche de los muertes vivientes se mantiene en el pedestal de una pieza insuperable por su sencillez y perfección en el oficio de Romero para contar la historia.

*Tubi tiene en su catálogo este clásico del cine terror para conmemorar su estreno en 1968, año en que definió el universo zombie en la pantalla grande.