Amante de las voces femeninas que hacen estallar el corazón al cantar, Pedro Almódovar recurrió a la voz de Concha Buika para integrarla a la banda sonora de La piel que habito (2011). Gracias a esa participación en la película, la cantante fue conocida por público internacional que no tenía el gusto de escucharla en otros escenarios.

 

Además de explorar esa participación cinematográfica con Almodóvar, la intérprete conversó de más temas acerca de la relación entre la música y el cine durante su participación en SmartFilms México 2022, festival al que acudió como invitada para enriquecer la retroalimentación sobre el cine hecho con teléfono celular.

En Spoiler platicamos con ella sobre su vínculo musical con el séptimo arte. 

Entrevista con Concha Buika en SmartFilms México 2022

La vemos muy contenta en SmartFilms 2022. ¿Qué le parece la idea de democratizar al cine mediante la creación de películas con el teléfono celular?

Me parece extraordinario. Darle un uso creativo y artístico al celular es una oportunidad para que el talento se asome y pueda apreciarse. Para quienes nos gustan las historias, ya sea vistas o cantadas, es también una forma de conectar con ideas, sentimientos y pensamientos que tienen en su móvil al recurso para explorarse. Y explorarnos entre nosotros los humanos es muy interesante. Si hay gente que no tiene acceso a cámaras para contar su historia, pero sí cuenta con un teléfono para hacerlo, bueno, prestemos atención a esos creadores. Allí puede estar alguna directora o algún director con quien pudiera colaborar con mi voz.

Concha, usted posee una voz que es sentimiento a flor de piel cuando canta. ¿Qué valor tiene la voz musical en una historia contada a través de la pantalla?

La voz es algo que nos representa a todos. Cuando tú oyes una voz, en este caso la tuya, te estás oyendo a ti mismo por dentro. Eso es algo muy mágico que pasa. Lo que hace el cine con la música es catapultarla hacia otra dimensión. Lo hemos confirmado con bandas sonoras que nos han hecho sentir o entender las películas desde nuestros adentros, es decir, personalizando y haciendo nuestras las historias que vimos en pantalla.

Cuando se forman dos entidades tan grandes como la música y el cine surge un milagro. Es realmente milagroso. En ese momento de fusión o unión, las personas logran soñar de verdad. Sueñan despiertas. La unidad de cine y música logra además calmar el alma de aquella gente que entra a la sala luego de lidiar con una realidad convulsa en un mundo cada vez más agresivo socialmente hablando. Una escena despierta emociones, pero si a eso le sumamos una voz o una melodía que remite a un sentimiento especial, al espectador se le cambia la vida en ese instante, aunque sea por un momento. Piensa que le cantas a él o a ella de forma exclusiva, lo cual hace más entrañable la experiencia.

¿Cuál es la sensación en Concha Buika después de saber que hay un público que conectó con usted en una sala de cine y no en un concierto, por ejemplo?

Es un regalo. Es obsequio que se lo brindo al señor. Todo eso se lo agradezco a Dios. Me parece sorprendente lo increíble y poderosos que somos como especie. Cuando veo que muchas personas se reúnen para disfrutar de algo tan grandioso como es el cine y que la música empleada en pantalla influya para cambiarles el ánimo, ¡wow!, me resulta fascinante. La gente ingresa a la sala sabiendo que verá una ficción, pero en cuanto empieza la película todo se modifica por completo y transforman en realidad lo que ven. Lloran, ríen, gritan, sueñan. Eso lo hacen por el tiempo que dura la película, pero se marchan a casa con una imagen, una canción o una voz que les permite prolongar ese momento. 

Como espectadora, ¿qué película la ha hecho sentir a grados insospechados para su persona?

Uf, varias. He de ser sincera, son muchas las que me han hecho llorar. Pero si tuviera que elegir una, Cloud Atlas. Es una película que me llevó muy lejos. Las hermanas Wachowski me llevaron lejos con este trabajo. Es una obra cinematográfica que me hizo sentir que somos infinitos como especie, que podemos vivir muchas vidas a la vez. Me hizo sentir que somos seres milagrosos y que yo soy muy poderosa. 

Después de lo vivido en la pandemia, y con base en su experiencia dentro de este fenómeno, ¿hacia dónde va Concha Buika?

La verdad es que no lo sé. Es algo que ha dejado de importarme. Esa concepción de futuro o expectativa dejó de importarme, gracias a Dios. 

¿Cómo llegó a esa reflexión?

Porque me di cuenta de que todo lo que tenemos no es real. Esto, la vida, es nuestra propia película. Así que hagamos nuestro propio guion y disfrutémoslo. 

Musicalizada, ¿verdad?

¡Por supuesto! Pero recomendaría no hacerlo solamente con la música que nos gusta, sino también abriéndonos a descubrir y sentir aquella que no conocemos. El camino es tan largo y misterioso que no sabemos qué otros ritmos y voces habremos de encontrar para disfrutar nuestra propia historia.