La saga de Rocky está a punto de cumplir 50 años. Medio siglo alimentando a la industria del entretenimiento a base de producciones de boxeo con mucho corazón. El 2 de marzo llegará a las salas la tercera película de Creed y la novena en la franquicia, que por primera vez no contará con Sylvester Stallone en su reparto.
Michael B. Jordan debuta como director en Creed III, película que vuelve a protagonizar y que tiene a Jonathan Majors como Dame Anderson, el clásico villano de la franquicia. La película nos muestra la historia de origen de los dos, como grandes amigos a los que un acto criminal separó y que puso a Dame en prisión. 18 años después, regresará a buscar lo que perdió.
Hay grandes ideas en Creed III pero en su mayor parte peca de ansiedad. Solo el primer acto está bien presentado y por eso dan muchas ganas de ver más de Dame Anderson. Porque si de algo estamos seguros es de que Jonathan Majors no falla nunca cuando de darlo todo se trata. Y en este nuevo film se nota tanto en el despliegue físico como en el actoral.
Jonathan Majors. (IMDb)
Hay dos grandes fallas en Creed III: el montaje de entrenamiento y la pelea final. La nueva película de Rocky tiene, tal vez, la peor sesión de entrenamiento de toda la saga. Algo similar ocurre con la pelea en el ring, donde solo se destaca una pequeña secuencia más “arriesgada” (de la que mejor no ahondar detalles para evitar spoilers). Por lo demás, si algo le falta a Creed es constancia, el motor que siempre llevó adelante esta historia.
+¿Qué pasa con Rocky en Creed III?
Uno de los puntos más importantes que se supo antes del estreno de Creed III era la falta de Sylvester Stallone. Por primera vez, Rocky no iba a ser parte del film ni arriba ni debajo del ring. Si bien lo vimos en Creed como mentor de Adonis, aquí tan solo se mencionará su histórica pelea con Apollo. Quienes íbamos con la idea de saber qué había pasado con el personaje nos quedaremos con la duda.