Todos los años despedimos a figuras de la industria cinematográfica, pero en 2022 hemos contado con grandes nombres que ya descansan en paz, como Ray Liotta, James Caan y Olivia-Newton John. Este lunes anunciaron el fallecimiento a los 91 años de Jean-Luc Godard, director franco-suizo que fue una pieza fundamental en lo que se dio a conocer como Nouvelle Vague, el movimiento que revolucionó el cine en los años 50.
Así lo confirmó el medio Libération de Francia, detallando que murió rodeado por sus seres queridos y por “suicidio asistido” en Rolle, ciudad de Suiza en la que vivía desde hace años. Esta práctica es completamente legal en ese país. Según un allegado de la familia: “No estaba enfermo, simplemente estaba agotado. Así que había tomado la decisión de acabar. Era su decisión y era importante para él que se supiese”.
El cineasta nació en París el 3 de diciembre de 1930, viviendo su infancia junto a su padre médico y una madre proveniente de una familia adinerada. En su juventud, se instaló en País y comenzó a estudiar etnología, pero su pasión con el cine lo llevó a recorrer toda locación relacionada a la cinefilia, comenzando con el análisis de películas en la revista Cahiers du Cinéma. Luego, se hizo un nombre entre grandes realizadores como François Truffaut, Eric Rohmer, Claude Chabrol, Agnes Varda y Jacques Rivette, entre otros.
Jean-Luc Godard con su esposa durante seis años, Anna Karina. (Getty Images)
En su filmografía encontraremos más de 50 títulos entre 1955 y 2018, en los cuales tuvo como principal musa a Anna Karina, una joven actriz con la que trabajó en siete ocasiones y luego se casó con ella. Entre sus obras notables se destacan: Vivir su vida (1962), El desprecio (1963), Pierrot el loco (1965), Made in USA (1966), Todo va bien (1972), Salve quien pueda, la vida (1981), Yo te saludo, María (1984), Nueva ola (1990) y Éloge de l’amour (2001).
Cuando se habla de dejar un legado en la historia del cine, es lo que ha hecho Jean Luc-Godard con su estilo vanguardista y las técnicas de montaje, convirtiéndolo no solo en una leyenda si no en un artesano del cine con una cámara en su mano y una mente repleta de ideas. Durante la época dorada en Europa, su nombre estará entre los más emblemáticos al dejar una huella imborrable y es por eso que los cinéfilos lo despiden con cariño en las redes sociales.
