Quienes disfrutan de las series y películas españolas, saben muy bien lo esperadas que resultan las nuevas producciones de Mario Casas. Pasó más de una década desde que obtuvo reconocimiento internacional gracias a su participación en Tres metros sobre el cielo. Y desde ese entonces, su carrera no ha parado de crecer, convirtiéndose incluso en un ícono de plataformas de streaming como Netflix. Sin embargo, hay un detalle del que muy pocos se percataron.
Mario Casas, ganador del Premio Feroz a Mejor Actor (Getty).
Aunque al comienzo fue encasillado en el rol de galán por su trabajo en la película romántica, rápidamente supo quitarse aquella etiqueta y demostrar que su capacidad actoral va mucho más allá. En la N roja, lo dejó muy claro con producciones como El Practicante, Hogar, El Fotógrafo de Mauthausen o Bajo La Piel del Lobo. Con papeles desafiantes, expuso una faceta muy diferente que lo transformó en uno de los actores españoles más distinguidos de los últimos años.
Sin embargo, en 2020 marcó un antes y un después en su carrera cuando encabezó No Matarás, un film de David Victori. El largometraje, disponible en el catálogo de Prime Video, sigue a Dani, un chico que se ha dedicado a cuidar a su padre enfermo pero, cuando finalmente muere, decide retomar su vida. De esta manera, conoce a Mila, una joven inquietante que convierte su noche en una auténtica pesadilla.
Su trabajo le valió un Premio Feroz y un Premio Goya como Mejor Actor. Eso no es todo: también fue nominada como Mejor Actriz Revelación Milena Smit, su coprotagonista. Conocida por su trabajo en Madres Paralelas de Pedro Almodóvar, la intérprete consiguió una conexión muy especial con el actor. De esta manera, decidieron dejar un recuerdo imborrable: un tatuaje. Lo que muy pocos notaron es que se lo hicieron el uno al otro.
Así lo reveló Smit -que también participó en Alma y La Chicade Nieve– en diálogo con La Tarotista, una sección de Netflix España. Luego de mostrar una cara sonriente marcada en su pierna, sostuvo: “Este tatuaje me lo hizo Mario Casas. Cuando hice No Matarás, al terminar la jornada nos hicimos el uno al otro un tattoo”. Entre risas, concluyó: “Yo debo reconocer que lo hice mejor, porque esto parece pintado con un boli. Mario, tienes que repasar esta movida que me has hecho”.