Existe amplia oferta de series de comedia mexicana en distintas plataformas de streaming. Como es natural en la elección de contenidos por parte del público, unas gustan más que otras. Entre las que han tenido gran aceptación está Ana, de Amazon Prime Video y protagonizada por Ana de la Reguera.
Ver a la actriz mofándose de su propia persona y trayectoria mediante el humor ha sido del agrado de la audiencia que descubre o sigue la serie desde su lanzamiento en 2020. Muestra de ello es su continuidad con una segunda temporada que se estrena en este 2022.
Uno de los personajes que ha fascinado a los seguidores de Ana es Check, interpretado por el actor Andrés Almeida, quien vive un extraordinario periodo laboral con el desarrollo de personajes multifacéticos en diversas producciones nacionales e internacionales. Por ejemplo, lo veremos en la nueva película de Alejandro González Iñárritu, Bardo.
En Spoiler platicamos con él sobre el presente que vive como actor en cine y series de streaming a través de sus próximos proyectos.
Entrevista con Andrés Almeida
¿Qué fue lo que te convenció para decirle que sí a un proyecto como la serie de Ana en Amazon Prime?
De entrada, lo primero que me convenció fue el hecho de que iba a trabajar con Ana de la Reguera. Nunca habíamos tenido la oportunidad de confluir. En segundo lugar me atrajo el planteamiento de que fuera una serie de especie autobiográfica, o sea, un proyecto en el que ella tuviera valor de burlarse de sí misma y de lo que ha sido su carrera. Se me hizo algo muy distinto a lo que se ha hecho y muy distinto al tipo de comedia que se hace en México.
Había la posibilidad de hacer una comedia que a mí me gusta ver y que de repente es muy difícil de poder llevar a cabo en nuestro país.
Pese a lo criticada y menospreciada que puede ser la comedia por parte de nosotros como prensa o crítica, una cosa es clara: hacer comedia no es sencillo. ¿Qué tan difícil es para ti hacerla?
No es difícil. ¡Amo hacer comedia! Es lo que más me gusta hacer, ya lo tengo decidido desde hace tiempo. Me gusta hacer drama e interpretar personajes complejos, pero la comedia tiene algo que te permite pasarla bien durante todo el día o llevas a cabo la labor. Y eso es que te estás divirtiendo, en realidad te estás riendo. Claro, tienes que aguantarte la risa a la hora de dar vida al personaje. Es como si la vida fuera más ligera, como si se hiciera más fácil tu día. La comedia es algo que amo hacer.
¿Cómo es trabajar con Ana de la Reguera? Por lo que se ve en pantalla pareciera que en verdad son pareja desde hace años. Hay química, pues.
Ana tiene un sentido del humor que es muy afín al mío. También es una persona completamente ligera, transparente y sumamente profesional. La combinación de esas tres cualidades nos permitió a ambos lograr esa química y sentirnos parte de tener una historia juntos desde tiempo atrás sin haberla tenido.
En la segunda temporada se notará mucho más porque hubo la experiencia de una primera temporada y una relación de amistad que se ha ido acrecentando. Nos verán más cómodos y en un lugar diferente porque mi personaje crece al ubicarse entre un antagonista y villano. Hay un Check que sigue buscando el amor de Ana, pero hay otro Check que se convierte en el malo de la historia porque trata de mantenerla atada.
Básicamente la premisa de la segunda temporada es Ana tratando de romper el lazo conmigo, de librarse de mí. Crece mucho mi personaje de Check al grado de que veremos más confluencia entre ella y yo.
¿Cómo construiste a tu personaje Check? ¿Te basaste en alguna influencia en particular?
Hubo muchas instancias. Creo que la más divertida, la principal, es que mi personaje está basado en alguien de carne y hueso. Existe ese personaje. Cuando empezamos a crearlo, Ana me mandaba muchas voices notes sobre esa persona.
Primero lo empecé a alimentar desde escuchar, tratar de entender las expresiones entre el humor, la seriedad y el enamoramiento. Lo que partió de una parte auditiva empezó a moldear la parte física, inició a darle una propiedad única.
Pero el momento más mágico de todos para este personaje es cuando se pone el chalequito. Es una prenda que he visto en muchos personajes que conocí en mi vida. Es un elemento que define una personalidad de una manera tan bestial. Toda vez que me puse ese chalequito, me convertí en otra persona.
Llevas 25 años como actor. Te iniciaste en cine, en películas. ¿Cómo ha sido para ti la transición de incorporarte a series, de la pantalla grande al streaming?
Me he acomodado muy bien. Por la forma en que se producen las series actualmente, bien podríamos hablar de que se trata de hacer una película larga porque son los mismos equipos de producción y de trabajo. Con las mismas personas que trabajé en cine, ahora estoy trabajando en series.
De alguna manera hay una afinidad increíble entre cine y series con la diferencia de que son historias más largas. Tenemos personajes con los que podemos explorar más cosas porque tienen arcos dramáticos más profundos y con más virtudes. Siento que es muy natural pasar del cine a las series y viceversa porque tienen un lenguaje similar.
Obviamente en el cine tenemos más tiempo para llevar a cabo las cosas. Las podemos pensar mejor, llegar a decisiones más concretas. En cambio, en las series tenemos esquemas de trabajo más veloces, debemos ir muy rápido porque tenemos que producir más en menos tiempo. En este sentido, los actores debemos tener muy claro cómo queremos abordar los proyectos. Si tú llegas al set sabiendo qué es lo que quieres hacer es mucho más fácil comunicarte para agilizar los procesos. Son modelos distintos en su forma de trabajar, pero ambos comparten demasiados aspectos en común.
Hablando de series y cine, te veremos en Zorro, serie española, y Bardo, película de Alejandro González Iñarritu. Además de eso, ¿cómo pinta tu futuro como actor en el corto plazo?
Ahorita me concentro en Zorro, estaré en España durante algunos meses. Sobre Bardo, la película se estrenará en diciembre en Netflix y habrá una corrida en cines, pero no sé bien a bien cómo será ese lanzamiento en salas.
También se va a estrenar una película que acabo de ir a hacer en España. Se llama Reyes vs. Santa.Es una comedia familiar de fantasía que se basa en la premisa de una mala relación entre los reyes magos y Santa Claus. Se envidian unos y otros, siempre están batallando por la popularidad del público. Es una idea encantadora que no sé por qué no se había hecho antes.
Hay un Santa Claus muy exitoso en el mundo y en España que aparece en portadas de revistas, es metrosexual y presumido. En contraste, los reyes magos están molestos porque por culpa del resurgimiento de Santa han dejado de ser populares.
Como actor nunca te hubiera dicho que yo quería hacer un Santa Claus en la vida. Cuando me lo propusieron les dije “qué raro, ¿yo Santa Claus por qué o qué?”. Había una magia detrás que me motivó a decir “va, hagamos un Santa Claus”. Se trata de un personaje muy popular que se ha reproducido en muchas ocasiones. Me inquietó el hecho de preguntarme cómo darle la vuelta, cómo hacer algo distinto, cómo enmarcar un Santa Claus que nadie ha visto y le pueda agradar al público. Jamás lo pensé pero qué exquisito fue llevarme la sorpresa de interpretar una versión de este señor.