El último año ha estado plagado de éxitos para Andrew Garfield. El actor participó en Spider-Man: No Way Home, fue el protagonista de Tick, Tick Boom, la cual le valió una nominación al premio Oscar y, además, también estrenó The Eyes of Tammy Faye. Sin dudas se tratan de tres películas icónicas que dieron mucho de qué hablar en los últimos meses. Porque, por si esto fuera poco, ahora tiene otro proyecto entre manos.
Esto se debe a que Andrew Garfield se encuentra protagonizando Under the Banner of Heaven, una serie quele valió su primera nominación a los Premios Emmy. Tal es así que, una vez más, demostró toda su versatilidad dejando en claro que es uno de los mejores de su generación. Aunque, también hay que destacar que sigue creciendo y que el actor no para de deslumbrar con sus trabajos. Eso sí, la mayoría pide su regreso a Spider-Man.
Y, si bien todavía no hay confirmación oficial de que esto suceda es una ilusión que los espectadores de momento no pierden. Sin embargo, a lo largo de su carrera, Andrew Garfield pasó por otros distintos personajes que también lo marcaron de maneras impensadas. No obstante fue uno el que él considera más intenso e importante. Se trata del que realizó en Silencio, una de las producciones que fue un antes y un después en su vida.
La cinta, dirigida por Martín Scorsese significó un gran desafío para él ya que con el fin de estar a la altura del director se preparó de manera muy significativa para el papel. Recientemente, en una entrevista, contó que para este film utilizó el método Stanislavski. Este tipo de abordaje de un personaje no le daba espacio ni a él ni a ninguno de sus colegas a comportarse mal en el set.
Pero, lo cierto es que este método lo llevó a meterse en la psiquis del personaje hasta dentro. Entre otras cosas se involucró en varias prácticas religiosas, como un retiro espiritual por 31 días, en el que tuvo que meditar acerca de la vida de Jesucristo. Pero, también practicó la castidad por seis meses y se privó de la comida. “Hice un montón de prácticas espirituales cada día, creé nuevos rituales para mí. Me mantuve célibe durante medio año y ayuné mucho, porque Adam y yo teníamos que perder mucho peso”, confesó.
Luego, también declaró: “Viví algunas experiencias bastante salvajes y alucinantes”. Con esto dejó en claro que su personaje de Silencio fue uno de los más intensos de toda su carrera, pero a su vez el que más lo ayudó a reconocer ciertos aspectos. Es por eso que, a partir de allí, cambió su perspectiva de trabajo.