Vigilante se estrenó en el servicio de streaming Netflix el 13 de octubre y solo unos días fueron suficientes para superar a Monstruo: la historia de Jeffrey Dahmercomo la serie más vista a nivel mundial en la actualidad. Se trata de una historia protagonizada por Bobby Cannavale y Naomi Wats que está inspirada en un caso de la vida real de una mansión de Nueva Jersey. En siete episodios que ya son un éxito se refleja un relato que te contaremos a continuación.
La trama de la ficción sigue a Dean y Nora Brannock, quienes acaban de comprar la casa de sus sueños en el idílico barrio de Westfield. Después de gastarse sus ahorros, se dan cuenta e que los vecinos no son para nada cordiales. Están una excéntrica mujer mayor llamada Pearl y su hermano Jasper, que se cuela en la casa de los Brannock y se esconde en el montaplatos; Karen, Mitch y Mo. La bienvenida se convierte en un infierno cuando comienzan a recibir cartas perturbadoras de alguien que se hace llamar “El vigilante”.
+El caso real detrás de la serie Vigilante
La pareja que se ve en la serie, en realidad son Derek y Maria Broaddus, quienes compraron su casa en Nueva Jersey en junio de 2014 y recibieron un sobre blanco con grandes letras mayúsculas que estaba dirigido para el nuevo propietario de la casa construida en 1905. La nota, según detalló la revista New York Magazine en 2018, mencionaba: “Queridísimo nuevo vecino en 657 Boulevard, permíteme darte la bienvenida al vecindario”. El escritor anónimo afirmó que ese hogar había sido objeto de su familia durante décadas y había sido elegido para observar el lugar, además de cuestionar si conocían lo que escondían los muros, algo que fue revisado por la policía y no encontró nada.
Vigilante es la nueva serie éxito de Netflix que se inspira en un caso real. (Netflix)
El escritor continuó cuestionando las renovaciones que los Broaddus realizaron en la casa y envió una amenaza directa con secuestrar a los tres hijos del matrimonio: “Una vez que sepa sus nombres, los llamaré y los dibujaré también yo. Que comience la fiesta”, firmando con el seudónimo The Watcher. Al día siguiente, Derek y María descubrieron que los dueños anteriores también habían recibido una carta de alguien que se hacía llamar de la misma manera, la cual mencionaba que durante su estadía los habían estado vigilando. Esta pareja, que vivió 23 años en el hogar, asumió que se trataba de una broma, pero la policía se lo tomó en serio y aconsejaron a los Broaddus de que no le contaran a nadie, menos a sus vecinos que ahora eran sospechosos.
Unas semanas después de la primera carta, The Watcher volvió a escribirles mencionando que los sigue observando y preguntándoles si encontraron lo que hay en las paredes. Ante esto, la pareja se preocupó por la información que tenía sobre su familia, ya que les envió los nombres y hasta el orden de nacimiento de los hijos. El escritor se refirió nuevamente a los niños, esta vez como “sangre joven”, consultando si dejarían que jueguen en el sótano o si tienen miedo de ir allí. Tras este aviso, Derek y Maria dejaron de llevar a sus hijos a lo que sería su nuevo hogar y semanas después recibieron otra carta: “¿A dónde has ido? 657 Boulevard te está extrañando”.
Los Broaddus sospechaban de sus vecinos, aunque no obtuvieron pruebas para acusarlos. (Netflix)
Seis meses después de haber comprado la casa por $1,4 millones de dólares, el matrimonio puso en venta el inmueble, pero no pudieron encontrar a un comprador debido a estas cartas. En 2016, los Broaddus intentaron vender la casa nuevamente por $1,25 millones, pero los escritos fueron un motivo excluyente para los compradores, por lo que se recomendó venderla a un desarrollador que derribaría el lugar. Para esto necesitaron una aprobaión de la Junta de Planificación de Westfield y tuvieron una reunión de cuatro horas, donde los lugareños expresaron que destruir el hogar reduciría el costo de sus casas y arruinaría el vecindario.
La familia logró alquilar el hogar, pero poco después de que se mudara otra pareja, llegó una nueva carta de The Watcher, con fecha del 13 de febrero. Los Broaddus enviaron una demanda contra los Woodses, dueños anteriores que jamás los advirtieron sobre lo sucedido. “Tal vez incluso hablaste conmigo, uno de los llamados vecinos que no tiene idea quién podría ser The Watcher. O tal vez sí lo sabes y estás demasiado asustado para decírselo a alguien”, mencionaba la carta. Las palabras eran cada vez más agresivas, apuntando a que la familia atrajo a los medios a “su vecindario”, por lo que amenazó con vengarse de Derek y Maria tramando sus muertes. Los nuevos inquilinos no abandonaron la casa, pero instalaron cámaras de seguridad.
La policía tuvo múltiples sospechosos del autor de las cartas, pero jamás lo descubrieron. (Netflix)
“Eres despreciado por la casa. Y El Vigilante ganó”, decía la última carta que llegó a la locación. Si bien existían sospechas de que se trataba del vecino Michael Langford, no había pruebas contundentes contra él. La policía encontró que el ADN en los sobres era femenino e investigaron a la hermana de Michael, pero tampoco llegó a buen puerto. Si bien hubo más sospechosos, algunos vecinos dijeron que eran los mismos Broaddus que estaban detrás de las cartas, ya que no podrían pagar el hogar y así encontrarían la manera de bajar su precio, o que eran estafadores para vender la historia y obtener dinero. Derek dijo haber enviado cartas al vecindario que lo criticó para limpiar su imágen, pero solo recibió más comentarios negativos. Pese a la investigación de la policía, The Watcher aún no ha sido encontrado y su identidad es desconocida.