El lanzamiento de los últimos dos episodios de la cuarta temporada de Stranger Things dejó algo en claro: los suscriptores de Netflix aman a la serie creada por los hermanos Duffer y son capaces de formular todo tipo de teorías. Desde su estreno en la plataforma durante 2016, la ficción acumula millones de fanáticos alrededor del mundo y es por esto que buena parte de ellos especula con un posible crossover con otras ficciones del gigante del streaming. Pero… ¿Qué necesitan exactamente los fieles seguidores de los sucesos en Hawkins?

Sobran factores para pensar en un crossover de Stranger Things con otra historia. Probablemente, una de las más comentadas sea It, la película estrenada en 2017 bajo la dirección de Andy Muschietti que toma la novela homónima de Stephen King y muestra a un grupo de niños que enfrenta el terror. De hecho, uno de los protagonistas es nada menos que Finn Wolfhard, quien interpreta a Mike Wheeler en la serie de ciencia ficción. No obstante, hay una producción de Netflix que podría encajar muy bien en el mismo universo.

Se trata de Dark, la producción alemana protagonizada por Louis Hofmann que comienza cuando la desaparición de un niño obliga a cuatro familias a emprender una búsqueda desesperada, consiguiendo que descubran un misterio que abarca tres generaciones. ¿Suena familiar? Es que el punto de partida de Stranger Things es cuando la desaparición de Will Byers (Noah Schnapp), presiona a sus amigos y familiares a salir a la búsqueda del pequeño, descubriendo así el famoso Upside Down.

Este no es el único punto en común entre ambas series de Netflix. Además, podríamos hablar de la conexión que existe entre Vecna, el gran villano que es responsable de muertes como la de Chrissy o Fred. Esto no está muy lejano a Dark, donde Noah secuestra a niños y los utiliza para probar un prototipo de máquina del tiempo, cargándo las vidas de Mads Nielsen, Erik Obendorf y Yasin Friese.

No es un dato menor la época en la que está ambientada: si bien Dark transcurre en distintas etapas, una de ellas tiene lugar en 1986, el año en que tiene lugar la cuarta entrega de Stranger Things. Mientras que en la primera de ellas buscan viajar en el tiempo, en la última tienen la capacidad de transportarse entre dimensiones a través de portales. 

La ciencia ficción atraviesa ambas historias: mientras que en Dark se muestran ciertos experimentos y una planta nuclear en el pueblo de Widen, en Stranger Things conocemos todo sobre el laboratorio de Hawkins donde los niños son nombrados con números y utilizados para poner a prueba poderes como la telequinesis. Sin dudas, ambas historias tienen un sinfín de factores en común y sería ideal que Netflix decidiera cruzar a sus personajes o, al menos, tener un guiño en alguna de ellas.