Anya Taylor-Joy ya era una actriz conocida por sus papeles en The Witch y Emma, pero su aparición protagónica en Netflix la elevó al siguiente nivel. Su trabajo en Gambito de Dama la acercó al público, que conoció su historia y origen latino. La actriz volvió a hablar de su infancia y reveló su palabra favorita en español y el mejor recuerdo que tiene de Argentina. ¡Imperdible!

La artista de 24 años que tiene casi cuatro millones de seguidores en Instagram, dio una entrevista con el sitio oficial de Netflix en la clásica seccion "Sin filtro". Allí respondió diversas preguntas, entre ellas sobre la forma de vestir de Beth Harmon: "Beth es más refinada que yo. Creo que mi cosa favorita sobre el estilo de ella es que utiliza la ropa para probar personalidades"

 

 

Gambito de Dama: Anya Taylor-Joy reveló su mejor recuerdo en Argentina

 

Anya, que nació en Miami, pero vivió en Buenos Aires hasta que tuvo seis años, anteriormente reconoció con afecto sus orígenes en Sudamérica. Entre las muchas vivencias que le quedaron, eligió una como su favorita: "Unos amigos de la familia criaban patos y me daban patitos para que los cuidara y estaba obsesionada con ellos. Dormían en mi cuarto, me seguían a todos lados y cuando crecían les enseñaba a nadar metiéndome en la piscina y nadando".

Además, le consultaron sobre su término en español preferido y la actriz eligió uno bien argentino: empachar. "Significa algo como haber tenido tanto de algo que ya no te gusta", expresó y agregó otra palabra más española como "duende". "Es como un estado elevado de pasión y sentimiento. Normalmente se usa refiriéndose al flamenco", añadió. 

Según la Real Academia Española, el verbo empachar es sinónimo de estorbar o molestar y viene del francés empêcher (impedir). En Latinoamérica además tiene una connotación distinta: se relaciona con una ingestión o una enfermedad del estómago. 

 

 

Por último, la estrella de Netflix confesó lo que le diría a Beth si se la encontrara en la vida real. "Para mí es real. Le daría un abrazo grande, primero que nada. Y le diría: te quiero, lo logramos. No ganas nada con odiarte, así que relájate", concluyó.