En las últimas décadas las series de animé han tenido un incremento de calidad que ha llevado a millones de espectadores a ser parte de diferentes relatos, como Shingeki no Kyojin y Kimetsu no Yaiba, dos títulos populares de la actualidad. Sin embargo, a finales de los años 90 llegó un programa que curiosamente predijo la era moderna en la que nos vemos rodeados en la virtualidad con las redes sociales.

Estamos hablando de Serial Experiments Lain, un show dirigido por Rytaro Nakamura con diseño de personajes de Yoshitoshi ABe, guión de Chiaki Konaka y producción de Yasuyuki Ueda a través del estudio Triangle Staff. Fue emitida en la televisión japonesa entre julio de 1998 y septiembre del mismo año, con apenas 13 episodios en total. Se trató de un suceso corto, pero que dio paso a libros y hasta un videojuego para PlayStation.

Sinopsis oficial: "La serie se centra en Lain Iwakura, una chica que vive su adolescencia en los suburbios de Japón; y sobre su introducción al Wired, una red mundial de comunicaciones similar a Internet. Lain vive con su familia de clase media la cual se compone también de una inexpresiva hermana mayor llamada Mika, una madre fría y un padre obsesionado por las computadoras. En la serie se tratan temas como Dios, el inconsciente colectivo, Internet (en este caso el Wired), teorías conspirativas y muchos otros temas comunes en la literatura cyberpunk".

Una vez en la modernidad de las redes sociales, algunos especialistas miraron con ojos diferentes a esta serie, ya que retrató los aspectos de la virtualidad con cierta precisión. En su trama muestran a los seres humanos en su evolución hasta no darse cuenta de que se convierten en cyborgs y cada una de sus actividades depende de la tecnología. Una vez dentro de ese mundo, sin la oportunidad de retroceder a una normalidad, las personas se preguntaron si eso era algo malo.

En la actualidad nos vemos rodeados por las redes sociales, donde compartimos nuestra vida y vemos la de los demás, pero además puede contar con un aspecto positivo al dar difusión a ciertas campañas importantes. Pero como todo también tiene su costado negativo por diversos estudios que señalan que una utilización constante puede estar conectado a enfermedades mentales, conduciendo a la depresión, ansiedad o hasta casos más graves.