“La venganza es un plato que se sirve frío”, dice el dicho y eso es, justamente, lo que se plasma en la nueva película de Netflix: La ira de Dios. Este film llega a la plataforma mañana, 15 de junio, y está protagonizado por Diego Peretti, Juan Minujín y Macarena Achaga. Englobando ficción, drama, misterio y muertes, este largometraje basado en la novela La muerte lenta de Luciana B contiene un imponente despliegue visual y dará mucho de qué hablar.
La ira de Dios sigue la historia de unas desafortunadas muertes en torno a la familia de Luciana (Macarena Achaga). La cinta comienza y termina en la imponente librería El Ateneo, donde se rinde homenaje y ovación a Kloster (Diego Peretti), un escritor de best sellers policiales quien acaba de lanzar su nueva novela. Pero, entre tanta gente contenta, aparece Esteban Rey (Juan Minujín), un periodista quien le advierte al autor que Luciana lo espera en el último piso y, para evitar un escándalo, es mejor que se acerque.
Luego, el tan esperado encuentro sucede, aunque la caída de un cuerpo al vacío lo cambia todo comenzando con una cadena de muertes que tienen formas y orígenes dudosos. Es así cómo, en La ira de Dios, se empieza a jugar con los saltos temporales mostrando un inquietante e intenso inicio de un thriller psicológico. Asimismo, la intriga será el gran punto a favor de esta cinta proveniente de Argentina.
La ira de Dios. Foto: (Netflix)
Pues, a lo largo de toda la trama se plantean dos interrogantes que no dejan pistas a lo largo de todo el film: ¿las muertes que suceden son casualidad, accidentes, asesinatos, suicidios o un juego perfecto de un asesino en serie? y, a su vez, ¿quién saltó al vacío? Sin dudas, un suspenso que las actuaciones de Macarena Achaga, Juan Minujín y Diego Peretti ayudan a mantener durante todo el relato de La ira de Dios.
Aunque, hay que destacar que, quién más resalta en este trío es Juan Minujín. El actor, dándole vida a Esteban Rey, mostró una caracterización con fuerza y alejada de lo cliché en la que parecía sentir todo lo que expresaba. Sin embargo, la realidad es que en esta producción y en cuanto a las actuaciones de los protagonistas no todo es color de rosas. Es que, si bien es una película con una gran preparación por detrás, hay que decir que a medida que se desarrolla, comienza a perder intensidad, tensión y suspenso.
Diego Peretti y Macarena Achaga. Foto: (Netflix)
Las intrigas principales, por supuesto, siguen en pie y eso es lo que hace que uno no la pueda dejar de ver, pero llega un momento en el que la atracción por La ira de Dios comienza a perderse. Tal vez, el hecho de llevarla a durar una hora y media pudo ser un error a la hora de poder mantener la fluidez narrativa. A su vez, eso sucede con los actores. Si bien no han sido interpretaciones deplorables, ya llegando hacia el final de la película, el drama y el misterio de sus personajes termina cansando.
De todas formas hay que decir que La ira de Dios no termina estando por debajo de las expectativas y tiene más para ser un furor de Netflix que para fracasar. Al tratarse de un relato lleno de confrontaciones, perversiones, amenazas, venganzas y confabulaciones la hacen mucho más atractiva de lo que puede llegar a parecer a simple vista.