Hékate es la nueva película de Nadia Benedicto que llega a los cines de Argentina el próximo jueves 23 de noviembre, tras un paso por diferentes festivales en los que se ha llevado grandes reconocimientos. Se trata de una historia que aborda, principalmente, la violencia de género y trae una nueva mirada feminista acerca de esta situación que continúa en agenda. En Spoiler tuvimos la oportunidad de verla antes de su lanzamiento y aquí te contamos nuestra opinión sin spoilers.

Durante 2021 e inicios de 2022, la cinta ha tenido un largo recorrido por el mundo, triunfando en el Atlanta Film Festival y el Cine de las Americas International Film Festival como Mejor Película, entre otros galardones destacados. Su premisa se centra en dos mujeres que inician un viaje por la ruta, después de atravesar un momento traumático para ambas y deberán afrontarse a lo que le depare su destino.

En primer lugar, debemos remarcar que estamos frente a un largometraje que desafía desde el primer momento a cualquier tipo de mente que no esté dispuesta a recibir una gran carga de información en los primeros momentos, al punto de llegar a ser incómodo, y es un aspecto verdaderamente positivo por cómo se ha logrado. Desde el principio, la trama comienza directamente, sin dar vueltas, y va al punto indicado para darle un inicio que atrapará al espectador a lo largo de los 77 minutos de duración.

En el primer acto, el público se verá inmerso en una situación de completa tensión, impulsada por el personaje masculino, interpretado por Federico Liss. Si bien pueden existir ciertos clichés exagerados acerca de los comportamientos del hombre, como tomar cerveza o comer con la boca abierta, se justifica con una figura verdaderamente desagradable que es llevado hacia un extremo en una escena difícil de olvidar, pero excelentemente ejecutada y representada con un cuidado particular.

A partir de ese momento, inicia un nuevo relato acerca de las dos mujeres protagonistas, encarnadas por Sabrina Macchi y Rosario Varela, donde habrá un viaje de descubrimiento personal, ligado a un pasado que continúa pesando y parece imposible de soltar. Con el pensamiento fijo de animarse a un futuro un tanto más esperanzador, los personajes tienden a acercarse y contar con el apoyo mutuo, lo que las llevará a vivir experiencias contrarias a lo atravesado en el pasado.

Además de estos aspectos mencionados acerca de su argumento, una característica que la hace especial es el trabajo de la fotografía de Cecilia Tasso, dejando planos bellos, en medio de locaciones donde la luz del sol no se encuentra presente. Las actuaciones de Liss, Macchi y Varela, sumado a una gran dirección de Nadia Benedicto, el resultado es positivo, más allá de que seguramente habrá diferentes puntos de vista, pero con una seguridad de que lo pensado se ha desarrollado como lo imaginó la cineasta.