Johnny Depp es uno de los artistas más queridos por los fanáticos y viene de atravesar un 2020 muy complicado para él, ya que las consecuencias de su conflicto judicial con su ex esposa, Amber Heard, le han jugado en contra más de una vez. Desde que perdió el juicio por difamación con el diario The Sun, su carrera comenzó a desplomarse y parece no tener rumbo.

Tras el primer golpe judicial, Warner Bros. decidió despedirlo de la saga 'Animales Fantásticos', donde encarnaba al villano Gellert Grindelwald, y fue reemplazado por Mads Mikkelsen. Luego Disney confirmó que no iban a tenerlo en cuenta para ningún futuro proyecto de 'Piratas del Caribe', donde hacía de Jack Sparrow. Ambas noticias fueron criticadas por sus fans.

 

Si bien hace unos meses estrenó su última cinta, 'Minimata', no logró cautivar a los críticos y fue un fracaso en la taquilla. Es por eso que para saldar deudas el actor está decidido a vender uno de sus mayores bienes: un pueblo del siglo XIX conformado por varios edificios en la región francesa de la Provenza. ¡Mira las fotos!

El ambiente de casi 17 hectáreas está conformado por doce edificios, dos piscinas, una bodega, un gimnasio, una pista de patinaje, una iglesia y hasta un restaurante. Depp utilizaba este espacio para descansar con su anterior pareja, Vanessa Paradis, y sus dos hijos, Lily-Rose y Jack, pero ahora anunciaron que está a la venta por unos 45 millones de euros, de acuerdo al reporte de la revista Forbes.

El actor compró esta aldea en 2001 e invirtió millones para acondicionarla como destino turístico. Es más, uno de los detalles más sorprendentes de este pueblo es que, en honor a sus películas de Piratas del Caribe, formó una curva pirata decorada por él mismo. 

 

Hace un tiempo, Johnny compartió al medio VSD cómo disfrutaba de esta propiedad de la que es titular desde hace dos décadas: "¿Sabes lo que hago ahí? ¡Absolutamente nada! A veces no salgo de la propiedad durante tres meses. Cuando me despierto, me voy al jardín, veo si las verduras han crecido bien, si algunas flores comienzan a florecer. Nunca suena el teléfono. Los niños son el único tema de conversación, todo gira en torno a ellos. ¿Los vamos a sacar a pasear? ¿Comemos con ellos en casa o vamos de picnic? Estos son los problemas que se nos plantean".