Los hermanos Russo hicieron carrera dentro del Universo Cinematográfico de Marvel. La primera película que dirigieron para la marca fue Capitán América y el Soldado del Invierno, para muchos una de las mejores entradas del género. Después, continuaron con Capitán América: Civil War. Tan bien les fue, que Kevin Feige los seleccionó para las últimas dos entregas de los Avengers: Infinity War y Endgame.De esta manera el trabajo de los directores con la marca estaba concluído, pero aparentemente un nuevo proyecto los traería de vuelta al MCU.
No se sabe de qué película se trata, pero las negociaciones para el regreso de los cineastas estaban abiertas. ¿Rumores? En algún momento los directores manifestaron su interés en dirigir el evento conocido como Secret Wars, donde un ser todopoderoso, el Beyonder, secuestra a héroes y villanos de la Tierra y los lleva a un planeta desolado para que se enfrenten. Marvel tendría los derechos de esa historia.
Los Russo no volverían a Marvel
Entonces, podemos preguntarnos qué pasó para que los hermanos Russo desistieran de su regreso al MCU. Todo está ligado con la película Black Widow y un conflicto que se generó con Scarlett Johansson a partir de que Disney presentó el film en simultáneo en cines y su plataforma de streaming Disney+. De esta manera, la actriz se vio perjudicada, porque ella iba a cobrar un porcentaje de lo recaudado en la taquilla de las salas.
¿Qué hizo Scarlett? Demandó a la Casa del Ratón que le contestó con un comunicado en el que destacaba la necesidad de estrenar el film de esa manera por la crisis del COVID-19 y que la intérprete no contemplaba esa situación con su demanda. El escándalo llegó a los medios de comunicación. El cerebro de Marvel, Kevin Feige, apoyó a Scarlett.
Una escena de Endgame, dirigida por los Russo. Foto: IMDb.
Entonces, los hermanos Russo también se hicieron eco de este hecho y desistieron de seguir adelante con las negociaciones que los llevarían a trabajar nuevamente para Marvel. Lamentablemente una decisión estratégica de distribución de contenido llevó a Disney a perder muchos talentos y la dupla de directores son un ejemplo de esta situación que tuvo graves consecuencias para el estudio.