Las películas del Universo Cinematográfico de Marvel supieron coleccionar una enorme cantidad de fanáticos alrededor del mundo. Y aunque buena parte de ellos supo reconocer las curiosidades más ocultas de la franquicia de superhéroes, lo cierto es que hay cientos de secretos que aún no han sido develados. Scarlett Johansson, responsable de interpretar a Black Widow, se animó a contar uno de ellos y despertó la intriga de los seguidores.

A la que luego se convertiría en una de los Avengers, la vimos por primera vez en Iron Man 2, estrenada en 2010. En aquel film, Tony Stark (Robert Downey Jr.) se enfrentaba a un nuevo enemigo y –para lograrlo- debía conseguir a su mejor alianza. En este sentido, la película dirigida por Jon Favreau (también interprete de Happy Hogan), presentó una serie de escenas de acción que mostraron a la reconocida actriz como nunca antes.

Según reveló en diálogo con Vanity Fair recientemente, fue justamente toda aquella parte de la película lo que significó un enorme desafío para su carrera, que la potenció en las cintas que siguieron en el MCU y con la que consiguió su esperado largometraje en solitario. “Fue un momento enorme para mí porque tenía, no sé, 23 o 24 años cuando fui elegida para Iron Man 2.  Nunca había pisado un gimnasio y tenía cinco semanas para prepararme para estas enormes secuencias de acrobacias”, comenzó diciendo.

Y es que viendo 12 años más tarde el resultado de sus escenas, pareciera que hubiera practicado durante toda su vida aquellos saltos tan increíbles. Pero en realidad, se trató de un duro entrenamiento: “En aquel entonces, cuando lo estábamos haciendo, hace más de una década, fue antes de que descubriéramos como ser más eficientes en el proceso de filmación en cuanto al trabajo de dobles: lo que podría pasarse a otros dobles y lo que el actor prácticamente necesitaba saber”.

Es que no solo se trató de una de sus primeras películas en la compañía de Kevin Feige, sino que además toda la producción estaba dando sus primeros pasos en este importante aspecto. La actriz de Black Widow concluyó: “Estaba haciendo estas enormes secuencias coreografiadas y no tenía experiencia previa con nada de eso. Fue un cambio absoluto en mi estilo de vida que vino inmediatamente después de ser la elegida para el papel”.