El servicio de streaming Netflix se encamina en la búsqueda de recuperar a los suscriptores que ha perdido en el último tiempo con nuevos estrenos, los cuales están protagonizados por estrellas reconocidas por todos. En este caso, ya está disponible El Arma del Engaño con Colin Firth, en una película que adapta una de las estrategias más sorprendentes ocurridas durante la Segunda Guerra Mundial para derrocar a Adolf Hitler.

"Es el año 1943. Los aliados están decididos a arrebatarle a Hitler el dominio sobre la Europa ocupada y planean un ataque sin cuartel en Sicilia, pero se enfrentan a un difícil desafío: ¿cómo proteger una fuerza de invasión masiva de una posible masacre? Hacen falta dos agentes de inteligencia excepcionales —Ewen Montagu (Colin Firth) y Charles Cholmondeley (Matthew Macfadyen)— para idear la estrategia de desinformación más inspirada e insólita de la guerra, con su eje en el más inconcebible de los agentes secretos: un hombre muerto", adelanta su sinopsis oficial.

+La historia detrás de El Arma del Engaño

Este plan ejecutado por los británicos para engañar a las tropas alemanas comenzó el 30 de abril de 1943, cuando se encontró un cadáver en la playa de La Bota, en Punta Umbría, Huelva, e inició una de las estrategias más emblemáticas del Siglo XX. Luego de la exitosa campaña en el norte de África comandada por William Martin, el siguiente objetivo sería avanzar en Europa a través de Sicilia, Italia. Sin embargo, era un lugar repleto de enemigos y les sería imposible.

Fue allí que los aliados idearon el plan "Operación Carne Picada" (Mincemeat en inglés). El mismo consistía en hacerles creer a los alemanes que se produciría una invasión en Cardeña y Grecia, en lugar de Sicilia. Para llevarlo a cabo, comenzaron utilizando un cadáver, identificado como un vagabundo llamado Glyndwr Michael, y se le dio la identidad del comandante William Martin.

Foto: Wikipedia Commons

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El siguiente paso fue darle una historia al cadáver, como una novia, familiares, deudas, documentos y todo lo posible para la verosimilitud del engaño. La estrategia continuó con una carta redactada por el general sir Archibald Nye, en la cual aseguraba a los alemanes que el ataque aliado se produciría en Cerdeña y Grecia. Por otra parte, el almirante sir Andrew Cunningham también envió un documento firmado con la misma intención.

Lo próximo fue incluir ambas cartas en un maletín que sería atado junto al cadáver, ahora identificado como Michael, en las costas onubenses de Huelva. La razón por la que se eligió España para la estrategia fue porque estaba bajo la dictadura de Francisco Franco, quien mantenía buenas relaciones con Hitler, además de que allí residía Adolf Clauss, un espía que no pasaría desapercibido la aparición de un cadáver en un pueblo de pescadores.

Foto: Wikipedia Commons

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El 30 de abril, colocaron el cadáver en la cubierta de un submarino con un chaleco salvavidas, junto al maletín con los documentos esposados a su muñeca, además de una cruz de plata y placas de identificación de William Martin en su cuello. El primer objetivo era creer que sufrió un accidente de aviación y su deterioro  evitaría una autopsia que revelara el tiempo transcurrido desde la muerte y podría poner en peligro el plan.

A las 07:30 horas, un pescador notó el cadáver y avisó inmediatamente a las autoridades locales, por lo que el cuerpo fue trasladado a Huelva para que fuera analizado. La autopsia dictaminó que el hombre había fallecido hace cinco o diez días atrás, pero los alemanes que tomaron el maletín con la documentación no prestaron atención a esto, ya que podrían haber observado que tenía entradas de teatro junto a su supuesta prometida en la víspera de su misión.

Foto: Wikipedia Commons

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Adolf Clauss tomó toda la documentación encontrada y lo envió a los servicios secretos alemanes, antes de que sean reclamados por Reino Unido, nación del fallecido. Cuando finalmente llegaron a Inglaterra, se dieron cuenta que los papeles habían sido manipulados por los enemigos y el contenido del maletín había llegado al lugar estrategicamente planeado. El embajador británico Hasalden recibió el cuerpo tres días después de su encuentro y organizó un entierro simulando todos los honores militares.

Para reportar el final del procedimiento, Winston Churchill recibió un mensaje cifrado que decía "Mincemeat Swalllowed Whole" ("Se han tragado toda la carne picada"). Las tropas británicas llevaron a cabo la invasión en Sicilia, mientras las defensas alemanas se orientaron hacia el norte, dejando la zona completamente liberada. El 17 de agosto, tomaron la isla y la Operación Mincemeat fue todo un éxito, reduciendo considerablemente las bajas del bando aliado. Al día de hoy, el cuerpo de William Martin sigue enterrado en el cementerio de Huelva, siendo la principal herramienta para uno de los planes más famosos.