La amistad es un vínculo que se construye a base de confianza, amor e igualdad. Y eso es algo que David O. Russell consiguió demostrar en su nueva película, Ámsterdam. Este film llega a los cines mañana, 6 de octubre y cuenta la historia de tres amigos que marcaron la historia de Estados Unidos. Pero, lo cierto es que con un elenco estelar y con una trama digna de atrapar, esta cinta sólo consigue entretener aunque hasta cierto punto decepcionando así a los espectadores.
Para comenzar, hay que hacerlo por lo mejor y esa es la trama. Ámsterdam nos remonta a los años 30 donde conocemos a un médico estrafalario llamado Burt Berendsen. Este hombre tiene un sólo fin: aliviar el dolor de los veteranos de la Primera Guerra Mundial escondiendo sus cicatrices, administrándoles analgésicos para combatir el dolor y lograr hacer su existencia más soportable. Todo esto porque el mundo no les resulta demasiado amigable.
Sin embargo, para poder explicar cómo llega Berendsen a esta situación Ámsterdam nos lleva a su tiempo en las trincheras. A partir de allí se muestra cómo trabó su amistad con algunos compañeros que se convirtieron en hermanos. Entre ellos se encuentra Harold Woodman y la excéntrica enfermera Valerie Voze, quien en realidad es una artista incomprendida capaz de convertir la metralla extraída de sus cuerpos en distintas obras.
Este trío, que se envuelve en una gran amistad y con unas grandes ganas de vivir, se mudaa Ámsterdam. Allí disfrutan de los mejores años de su vida hasta que su conexión se rompe. Valerie no sólo desaparece por doce años, sino que Burt se escapa para recuperar al amor de su vida y pasa las horas más bajas. En cuanto a Harold, él regresa y se convierte en socio de Burt. Pero, un misterio vuelve a reencontrarlos comenzando así con un drama que promete llenarse de enredos atrapantes.
Puesto que un cartel, cuando comienza, señala: “Gran parte de esto realmente sucedió”. A su vez, la realidad es que el elenco estelar que contiene Ámsterdam es esperanzador. Esto es porque está protagonizada por Christian Bale, Margot Robbie, Anya Taylor-Joy, Chris Rock, Taylor Swift, Zoe Saldaña, Rami Malek, Robert De Niro y más. De todas maneras, por más de que la historia nos lleve a recorrer un hecho verídico y escalofriante, no consiguió superar mis expectativas.
Si bien Ámsterdam es una perfecta maraña de romances, enfrentamientos, desgracias, asesinatos y persecuciones, termina convirtiéndose en una película agobiante. De hecho, en cierto punto parecía remontar, pero quizás el mayor error de David O. Russell fue llevar un film con tanto potencial a tener una duración tan larga. Es más, por eso hay momentos que no se llega a entender la esencia o el rumbo de los personajes.
No obstante, a pesar de que sí me logró conmover en algunas escenas llevándome a tener un ápice de aprecio por algunos de los personajes, no terminó por cumplir con lo que esperaba. Sí, Margot Robbie, Christian Bale y John David Washington son un trío perfecto, pero carecen de emoción debido a lo largo de su historia. Eso sí, hay ocasiones, en especial cuando el metraje se transforma en una comedia, que logra entretener, pero siempre sin superar los límites.
Pero, otro de los grandes errores es que Ámsterdam no termina de definir cuál es su género: fábula política, drama romántico o comedia negra son lo que se mezclan en esta cinta aunque ninguna se termina de desarrollar. Por eso ninguno de los actores, todos dueños de una presentación e interpretación entrañables, pueden seducir al espectador. Sin embargo, entre todos, quien más destaca es Margot Robbie, la actriz que de ser una enfermera y artista consagrada, se convierte en una joven con más problemas de los que aparenta.
Aunque, no todo es tan malo porque si bien el mayor error de Ámsterdam es su duración innecesaria, tiene un despliegue de producción inigualable. En la actualidad no es difícil hacer una película de época con todos los recursos de la industria cinematográfica, pero este film ha superado los límites. Sin dudas esta es una de las pocas producciones que pueden llevar al público a vivir el surrealismo ambientado en aquella época.
