David Cronenberg regresó con todo este año con el estreno de Crimes of the Future, la cual se puede ver actualmente en el servicio de streaming MUBI. Fueron ocho años alejados de la industria para volver a su viejo amor, el body horror, pero también navegó durante una etapa de su vida por fuera de este género y se sumergió en los dramas, dejando joyas memorables como Eastern Promises (Promesas del Este) de 2007, protagonizada por Viggo Mortensen y Naomi Watts.
Esta historia inicia con Anna, una partera que trabaja en un hospital y se ve afectada por la muerte de una adolescente cuando daba a luz, por lo que decide investigar sobre ella para conocer quién es y que su familia se entere del nacimiento de su bebé para no terminar en un orfanato. En su búsqueda, llega a un restaurante ruso comandado por Seymon, un hombre que esconde secretos mafiosos junto a su hijo, Kirill, y el misterioso chofer Nikolai.
Cuando Anna se obsesiona en la vida de la adolescente y su bebé, encuentra un diario íntimo que está escrito en ruso y debe traducirlo, por lo que solicita la ayuda de Seymon, el dueño de un restaurante al que llegó por una tarjeta dentro del cuaderno. Lo que la mujer desconoce es que cada vez más estará inmersa en medio de la familia Vor v Zakone que está involucrada en el crimen organizado y opera desde la sombra incontables negocios ilegales.
El tono oscuro del film ya es propuesto desde los primeros minutos cuando un joven le corta la garganta a un hombre y una mujer embarazada llega a una farmacia en un estado que la llevará a la muerte. La violencia estará presente en todo momento, como no puede ser de otra manera en una producción de Cronenberg, aunque esta vez maquillada con el accionar de la mafia rusa en medio de Londres. Steven Knight, creador de Peaky Blinders, escribe el guión que refleja principalmente los sentimientos de los protagonistas.
Vincent Cassel y Viggo Mortensen en Eastern Promises (2007). (Focus Features)
Si bien los relatos sobre mafias ha sido un espacio revisitado en otras ocasiones, Cronenberg apunta a la sencillez con pocos personajes, cada uno con su importancia y sus intenciones, que empujan la trama hasta el final, en una duración módica de 99 minutos. Se puede decir que el director dialoga entre sus largometrajes de principios del Siglo XXI, conformando una saga con puntos de contacto y diferencias notables entre ellas.
Tras el lanzamiento de este film, Viggo Mortensen recibió una nominación a los Premios Oscar a Mejor Actor, pero lamentablemente para él se encontró con un perfecto Daniel Day Lewis en There Will Be Blood. No quedan dudas de que estamos frente a una de las mejores interpretaciones del actor, siendo un hombre que se muestra de una manera implacable, pero con el correr de la trama refleja un mejor costado al involucrarse con Anna. Por su parte, Naomi Watts también es ideal para su personaje que debe aprender a jugar un juego establecido y en el que pocas veces puede hacer sus movimientos.
Viggo Mortensen, Naomi Watts, David Cronenberg y Vincent Cassel en la premiere de Eastern Promises. (Getty)
Eastern Promises no solo es una de las mejores películas de la filmorgafía de David Cronenberg, también es de los largometrajes más destacados de la primera década del nuevo siglo al ofrecer una historia que en su temática no tiene nada de originalidad, pero su tratamiento es lo que la hace especial. Para ingresar en la mente del cineasta es recomendable visitar sus primeros proyectos dedicados al terror, pero esta cinta también funciona como una gran puerta de entrada al director.