Hoy en día, prácticamente todos amamos a Steve Carell y disfrutamos cada una de sus producciones. Ya sea en comedias como The Office y Virgen a los 40, o dramas como Beautiful Boy, este actor de gran talento se instaló en el corazón de los cinéfilos que no dudan en ver sus producciones. Claro que mucho antes de convertirse en una mega estrella, el artista tuvo que pelearla mucho.
Carell junto a Apatow, el director que lo puso en el centro de la escena. (Getty)
Recién a los 40 años, Steve Carell logró dar el salto y hacerse famoso, tener trabajo asegurado. Mucho antes de esto, tuvo que rebuscárselas con trabajos no tan cómodos y divertidos como los que se pueden hacer delante de cámara. En una vieja entrevista con David Letterman reveló cómo fue que se ganó la vida mucho tiempo antes de ser artista, cuando vivía en Littleton Massachusetts.
“Trabajé para el correo por un tiempo, era un cartero rural”, reveló el actor, quien contó que lo más difícil de todo era ordenarse para poder realizar las entregas. “Era muy difícil porque separabas tus cartas. Te daban un gran bolso de cartas y te decían: ‘A por ello’. Había un gran número de boxes en el correo con direcciones. Si no eras bueno, si eras nuevo, te toma muchísimas horas separar todo el correo, si no conoces tu ruta”, contó.
Según contó Carell, cada uno de los empleados del correo tenía que utilizar su propio vehículo para trasladarse por las distintas rutas en las que tenía que entregar sus cartas. “Yo tenía un Toyota Corona de 1972 que usaba como mi camión del correo”, contó. Luego, al ser consultado por cuánto tiempo estuvo haciendo este trabajo, el artista no pudo ocultar lo poco que le gustaba: “Duré cerca de 5 meses”, afirmó.
El mayor secreto de Steve Carell como cartero
Carell tenía 43 años cuando se estrenó Virgen a los 40. (Getty)
Al ver lo poco que había durado en el puesto, Letterman le preguntó a Carell qué tan bueno era haciendo su tarea como cartero. La respuesta del actor sirvió para despejar todo tipo de dudas: “Me mudé a Chicago al tiempo de haber sido cartero. Probablemente, un año más tarde encontré cartas sin enviar bajo mi asiento. Así de bueno era”, dijo entre risas. Además, confesó que, luego de haber descubierto toda esa correspondencia sin entregar, la tiró a la basura.