La nueva forma de hacer escenas íntimas que utilizan Bridgerton, Sex Education o Euphoria

Bridgerton es la última serie exitosa que en su trama incluye escenas de alto contenido sexual entre sus protagonistas. La producción de Netflix fue elogiada por la forma en que mostró las secuencias íntimas de sus personajes. Para grabarlas, la creación de Shonda Shimes utilizó una técnica novedosa y moderna que ganó popularidad en los últimos años desde su aplicación en programas como Sex Education y Euphoria. ¿En qué consiste?

Tanto Regé-Jean Page (intérprete de Simon Basset) como Phoebe Dynevor (actriz de Daphne Bridgerton) hablaron de sus actuaciones y destacaron el trabajo de Lizzy Talbot, coordinadora de intimidad que está a cargo de las escenas de más contacto físico y que participó de series como Anatomía de un Escándalo o The Witcher. Esta figura se incluyó en las producciones a partir de 2015, al igual que existe la coordinación de escenas de riesgo o de baile.   

Ita O’Brien fue la pionera en este campo gracias a su trabajo en Normal People y Sex Education. Con experiencia y formación en danza, tuvo la idea de comenzar a coreografiar cada beso, caricia e intercambio sexual durante las filmaciones. "Empecé a interesarme por cómo salvaguardar la intimidad y el pudor de los actores", dijo en una entrevista a Vogue en 2020. Otro suceso como Euphoria introdujo esta modalidad, según lo que reveló Jacob Elordi. 

¿Cómo hacen las escenas de sexo en series como Bridgerton, Sex Education o Euphoria?

La base del trabajo consiste en una comunicación clara y previa al rodaje donde tanto los actores como el director se ponen de acuerdo en qué cosas hacer y qué no. Se trata de desmenuzar todas esas acciones y analizarlas una a una para que todos los implicados estén de acuerdo con lo que sucederá en el momento de la acción. 

El papel del coordinador de intimidad es asegurarse que sea todo transparente y que los actores estén conformes en cada escena donde hay contacto físico. Para eso se necesita un diálogo constante en el que se tiene en cuenta hasta el cliclo de menstruación de las actrices para que estén cómodas. 

"Conocer nuestros límites es importantísimo, saber dónde está el no, porque eso nos permite trabajar con libertad y saber que el resto de 'síes' son claramente un sí", detalló O’Brien acerca de la importancia que tiene su colaboración artística. 

Esta nueva modalidad para los rodajes tomó aún más fuerza luego del movimiento #MeToo creado en 2017 para denunciar los abusos y acosos en la industria del cine a raíz del caso de Harvey Weinstein. 

En la actualidad existe un código de conducta para las escenas de sexo que fue presentado por la misma O’Brien.