Hoy llegó a Apple TV+ un nuevo drama protagonizado por Charlie Hunnam. Se trata de Shantaram, la historia de un ladrón de bancos llamado Lin Ford que escapa de prisión y se fuga a India en donde busca comenzar una nueva vida. Allí se cruzará con Karla (Antonia Desplat) una mujer con un costado misterioso que lo hará enfrentarse tanto a su pasado como también repensar qué quiere hacer con su vida y cómo quiere seguir adelante.
Shantaram tendrá un total de 12 episodios de los cuales tres ya están disponibles en la plataforma de streaming de Apple y el resto se irán lanzando semanalmente. La historia está inspirada en la novela homónima que escribió Gregrory David Roberts en el 2003. A los mencionados Hunnam y Desplat hay que sumar las figuras de Shubham Saraf y Elektra Kilbey, que se pondrán en los roles de Prabhu y Lisa, respectivamente.
Antes del estreno de esta serie, conversamos con Saraf, Kilbey y Steve Lightfoot (productor ejecutivo de la serie), para saber cómo fue rodar esta historia y qué podremos esperar de ella. Bajo estas líneas puedes ver el video con la entrevista completa. Además, te recordamos que también conversamos con Antonia Desplat y Charlie Hunnam sobre Shantaram y puedes leer y ver la entrevista en este link.
¿Cómo fue adaptar el libro a la serie?
Steve Lightfoot: Siempre empiezas con el libro. Llegué a esto porque me encanta el libro. Era un gran fan antes de que me llegara porque leí el libro cuando salió. Sabía que era un gran libro. El gran desafío con esto era que el libro está escrito en primera persona, desde el punto de vista de Lin. Solo sabes las cosas cuando él las descubre o nos quiere contar. El mayor desafío era contar la historia desde muchos puntos de vista. Contamos la historia y todos tienen su punto de vista y su propia historia. Esa fue la mayor diferencia.
¿Qué los llevó a querer ser parte de Shantaram?
Elektra Kilbey: Lo que me llevó a ser parte del proyecto en la pantalla es que todos, cada personaje, están buscando pertenecer, identidad, amor. Están buscando algo, buscan algo que no saben qué es. Todos juntos están en un viaje similar aunque en circunstancias diferentes. Eso me pareció muy interesante. También me encantó que los personajes femeninos de la serie tuvieran historias tan independientes y que no fueran accesorios de las de los hombres. Me encantó que tuvieran tanta intriga sin depender de los hombres. Me encantó todas las capas que tenían estos personajes, eso fue muy atractivo para mí cuando empezamos.
Shubham Saraf: Creo que lo que realmente me interpeló fue ese aspecto de la redención, la pregunta universal de lo que significa ser libre, cuál es el costo de serlo. ¿Tiene que ver con nuestras elecciones como seres humanos? Es una historia de un tipo que se perdió, que perdió su libertad y llega a un mundo extraterrestre, no sabe qué hacer, prueba sus límites, lidia con los aspectos más adversos y a través del amor y la amistad encuentra una nueva dimensión de lo que significa estar vivo, lo que significa ser libre. Estoy seguro que después de la locura que atravesamos los últimos tres años, como colectivo de la raza humana, creo que todos se van a identificar con tener el mundo dado vuelta, que pongan a prueba tus límites y que aún así sigas adelante y creo que mucha gente va a decir que fue la amistad y el amor.
Hay un claro mensaje de redención que guía la serie. ¿Qué otros elementos podremos reconocer?
E.K.: Creo que todos los que van ahí están escapando de algo, algo del pasado que los hizo ser lo que no querían ser. Se quieren reinventar. Quieren ser libres de las cadenas del pasado. Pero creo que cuando huyes de ti mismo, siempre terminas donde empezaste porque no importa dónde vayas porque está dentro tuyo. Creo que es algo con lo que todos lidian.
S.L.: Creo que es muy universal, que todos nos podemos identificar con esto. Creo que los mejores dramas con esos con los que todos nos podemos identificar. No hemos sido ladrones o escapamos de la cárcel, lo que hace Lin. Creo que hay cosas del pasado que queremos cambiar o versiones del pasado que quisiéramos ser en vez de la que somos. No siempre nos gusta la persona que vemos en el espejo. A la inversa Shantaram es una versión de lo que todos sentimos.
Shubham, hay una dinámica entre tú y Charlie que me recordó a una buddy movie. Es como que son amigos… ¿Qué puedes contarme sobre cómo construyeron esta relación?
S.S.: Es tan bueno de oír porque básicamente es lo que buscamos con Charlie. Así que, que me lo estés diciendo es como… ¡Sí! ¡Misión cumplida! Así se sintió hacerlo. El rodaje de Shantaram fue un gran, no debería haber funcionado pero funcionó. Lo hicimos, pero de algún modo parecía como que no teníamos idea de lo que estábamos haciendo. Como que nos salimos con la nuestra. Así funcionan las buddy movies. Creo que lo que pasó en la vida real es lo que pasó en la historia. La primera vez que nos conocimos fue en el set. No había conocido a Charlie antes de hacer una escena clave en la que lo invita al barrio bajo que toman whisky y se drogan. Sí, no tenía idea y todos estaban como, “Dios, ¿funcionará esta relación? ¿Qué va a pasar?”. Y los dos conectamos, nos dimos cuenta, “hey, nos entendemos”. Al mismo tiempo que Lin y Prabhu decían: “Nos entendemos”. Fue una experiencia muy placentera. La pasé muy bien.
¿Qué les generó ver estos sets que recrearon la India de hace 40 años?
E.K.: Toda la vida amé los dramas de época, todo lo que fuera de época me atraía. Lo que sea diferente a nuestra realidad nos da placer. Los disfraces, el ambiente, la música, la luz, los colores, texturas, todo. Atractivo y muy placentero. Entrar al set como era tan grande, como de 5 cuadras, a donde vieras era como si fuera real. Un viaje. Es muy gratificante para los actores porque nos mete más en nuestros personajes, porque se sentía que estábamos ahí.
S.S.: Fueron 8 cuadras del centro de Chinatown en Bangkok que transformaron en el centro de Bombai. 8 cuadras con su historia en Bangkok que lograron convertir en India. Recuerdo que llegué el día que rodamos la escena en la que Lin y Prabhu se conocen, cuando se baja del bus, la primera vez que se cruzan y había cientos de personas, taxis, rickshaws, vendedores de fruta gritando. Perdí la orientación de la cámara, solo intentaba quedarme parado que no me choque ningún auto y poder hablar con Charlie. Pensé que era una locura, no sé cómo lo hicieron, pero lo lograron, es una locura.
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