Llega a cines mexicanos la nueva película de Alfonso Pineda, Dos más dos. Se trata de una comedia que aborda la monotonía de las relaciones de pareja en matrimonios perfectamente establecidos dentro lo que dicta la sociedad y que han olvidado el sexo como consecuencia de la costumbre. Esa falta de satisfacción al cuerpo pone contra la pared la estabilidad del matrimonio.
El director quiso darle una vuelta a la solución inmediata del divorcio y el proceso melodramático que eso implica para proponer la alternativa de vivir experiencias como el poliamor y las relaciones swinger con el fin de reinventarse, o en su defecto para determinar que lo mejor es la separación.
Adriana Louvier, Luis Ernesto Franco y Tessa conforman un reparto que también protagoniza Arath de la Torre, un actor criticado en tiempos recientes por diversos motivos. Sin embargo, Pineda apostó por él y nos dio sus razones en Spoiler. De eso y más charlamos con el director.
Entrevista con Alfonso Pineda, director de Dos más dos
Dos de los temas que quisiste tocar en la película son la vida sexual de los adultos después de conformar una familia y la práctica swinger. ¿Por qué fijarse en la sexualidad de esos adultos?
Hay algo que me llamó la atención de nuestra sociedad. No sé si solamente ocurra en México. Me refiero a que cuando una mujer independiente se convierte en mamá, por alguna razón, le quitamos la sexualidad. Vaya, le quitamos la sexualidad a quienes se convierten en mamás. Pero en realidad son mujeres que, como cualquier ser humano, tienen necesidades, deseos y placeres.
Me pareció interesante explorar eso con una pareja conservadora. Tenemos al personaje de Enrique (Arath de la Torre), que es un hombre en la cima del éxito. Tiene su hijo y 16 años de casado. Prácticamente siente que ya logró lo que tenía que lograr. Pero en la cama dejó de hacer la tarea, se olvidó de sexualizar con su pareja. Y la sexualidad, creo yo, es algo que debes trabajar todos los días si queremos mantener la chispa prendida.
Por eso al tener que abrirse un poco y explorar la idea de ir a las fiestas swinger, de explorar una relación abierta, hace que el enfoque regrese nuevamente a la vida sexual. Eso propicia que día a día se haga algo diferente, algo innovador y pensar más en ella. ¿Qué necesita ella? ¿Cómo puedo hacerla sentir otra vez? ¿Qué es lo que le gusta?
Por ejemplo, a mí muchos me dicen “es que el sexo se va, están los otros pilares”. Pues sí, quizá deja de ser lo primordial, pero sigue ahí y hay que darle su prioridad.
En México existe una cultura machista que relega sexualmente a la mujer que es madre y es entonces cuando se busca a la amante, a tener alguien con quien sexualizar, especialmente si es con una mujer que no tenga hijos. En este caso, con tu película, tú lo replanteas con una opción para los dos con una relación swinger.
Más que una relación swinger, se trata de una relación abierta. Creo que es interesante porque te pone en crisis. Al momento de salir de nuestra zona de confort empiezan a experimentarse sensaciones e inseguridades que te obligan a aplicarte más. En esta sociedad queremos lo que no tenemos y es cuando algunos eligen irse con la o el amante.
Pero si juegas a poner en riesgo a tu relación, de repente te enfocas más en ella. Existe esa posibilidad. Creo que esto no es una receta médica, no es para todos. Tiene mucho que ver con lo que cada pareja necesita y en qué etapa se encuentra esa pareja. Se habla mucho de que si una relación cae, se sugiere jugar roles, salir como novios una vez a la semana. Y una relación abierta, o swinger, es un juego más.
Esto te permite regresar a etapas como cortejar a tu pareja, inyectas una nueva vida. Lo más importante es que sales de la zona de confort.
Hablar de estos temas ni siquiera entra en el panorama de algunas parejas. Tú te inclinas por una comedia para tocar estos puntos y quizá les llegue de forma ligera. ¿Por qué una comedia?
Entre risa y risa es más fácil ver realidades que nos pueden llegar a incomodar. Al final del día puede terminar pareciendo un chiste, pero deja el gusanito de la curiosidad dentro de ti. Cuando se habla de temas difíciles, duros o incómodos, ya sea por pena o vergüenza, tienes que tomar la píldora con agua. Y aquí la píldora es la comedia.
La verdad es que los conflictos o los temas complicados dan para mucha comedia, siempre ha sido así. También quise enfocarme en el choque generacional porque no es lo mismo para un hombre de casi 50 años tener una pareja de casi 40 años que un chico de 20 años con una chica de casi 20. Los conceptos son muy distintos entre un rango de edad y otro. Por ejemplo, el concepto del amor. Los conceptos del sexo y el matrimonio también son diferentes. De hecho, el concepto de la confianza es distinto. Los jóvenes confían por querer confiar, pero no los ata un matrimonio, no los atan elementos externos. Vaya, están porque quieren estar. En cambio, esos conceptos chocan en los adultos porque todo pesa.
En tu reparto cuentas con Arath de la Torre como protagonista. Es un actor estigmatizado, encasillado por ser figura de telenovelas y que no causa simpatías entre los cinéfilos.
Antes que nada es un gran actor, tiene un rango impresionante. Se sabe desenvolver muy bien en la comedia y entendía muy bien el personaje. No necesariamente había pasado por lo mismo, pero cuando nos sentamos a hablar me comentó que en algún momento de su matrimonio estuvo en la misma situación que el personaje. Tuvimos que destapar todo lo que nos molestaba mutuamente para trabajar.
Un aspecto especial en esta película es que los actores no son chistosos y no se hacen los chistosos. Para mí fue fundamental recalcar que la situación es lo que te saca de las casillas y él debía tomarse en serio la situación de su personaje volviéndose muy humano. Lo hizo con demasiada seriedad.