Desde que se conoció que, una vez más en la historia de la monarquía británica iba a llegar una serie contando su historia, muchos creyeron ver lo típico: los Windsor en su servicio a la corona y nada más. Pero, Peter Morgan se salió de lo común con The Crown y mostró, sin tapujo alguno, todos los secretos más íntimos de Isabel II y su familia dejando a más de uno entre la espada y la pared ante la mirada de sus súbditos.
Con la primera temporada, The Crown no enfadó tanto a los Royals ya que Morgan solo plasmó la previa y la asunción de la Reina en un momento en el que todo era tranquilo. Pero ahora, ya son cuatro las ediciones que están disponibles en Netflix y, en más de una ocasión personalidades como Felipe de Edimburgo, el Príncipe Carlos y su hijo, el Príncipe William, se han quejado del contenido de esta producción.
Sin embargo, lo que más les dolió, según ellos mismos han declarado, es la cuarta y, hasta el momento, última temporada ya que cuenta todos los detalles de las primeras apariciones de Lady Diana como futura princesa. Pero, también hay otro punto sensible que se plasma en esta edición y es, justamente, la aparición de Margaret Tatcher, la primera mujer inglesa en ocupar el puesto de primera ministra.
Interpretada por Gillian Anderson, Margaret Tatcher fue enfocada desde un lado revolucionario para los inicios del siglo XX y, asimismo, un fuerte dolor de cabeza para una joven Isabel II. De todas formas, más allá del personaje, la aparición de Anderson como una de las mujeres más emblemáticas del Reino Unido generó mucha controversia a nivel mundial ya que, cuando fue incorporada al elenco, mantenía una relación con Peter Morgan.
Durante cuatro años, Anderson y Morgan llevaron una relación muy alejada del foco mediático y tenían una táctica que, al parecer, funcionó bastante bien: no vivir juntos. Pero, cuando se aventuraron a trabajar uno al lado del otropor primera vez en The Crown, el diario británico Daily Mail confirmó que su romance finalizó. “Hacer malabares con sus respectivas y apretadas agendas ha sido el motivo clave”, dictaba el comunicado que no era oficial ya que no venía de parte ni de la actriz ni del director.
No obstante, a pesar de la distancia amorosa siempre se mostraron muy cómplices entre sí, incluyendo el momento en el que Peter vivió una fugaz relación con Jemima Goldsmith. Aunque, donde hubo fuegos, cenizas quedan y, así como Ben Affleck y Jennifer López, ellos son prueba de ello. Pues, en febrero de este año se los volvió a ver juntos en Praga, donde Anderson pasó dos meses rodando su nueva película.
Y, como los cuatro años en los que estuvieron en pareja, Gillian Anderson y Peter Morgan volvieron a alejarse de los focos. Es que, desde que se los vio juntos en Praga, no se supieron más noticias al respecto.