Ante el escepticismo, la sugestión. Quienes no creen en fantasmas están convencidos de su inexistencia hasta que la mente les indica lo contrario. Y para que eso suceda deben vivir una experiencia que los lleve al límite de dudar, de experimentar la contradicción. No es necesario perderse en un bosque o quedarse encerrados en una casona antigua para vivirlo. Basta con ir al teatro y dejarse llevar por una obra que haga sentir que lo inexplicable respira en la nuca.
Una puesta en escena que se aproxima a esa sensación es Historias de fantasmas, traducida y dirigida por Miguel Santa Rita. Esta obra original de Jeremy Dyson y Andy Nyman es producida por Óscar Uriel para su estreno en México por una corta temporada. “El terror, muy en el fondo, es igual que el teatro. El teatro es muy antiguo, igual que los ritos humanos. Y el terror es una especie de rito humano”, comentó el primer actor José Sefami durante la presentación de esta propuesta escénica.
Será terror lo que enfrenten los espectadores a partir de sus propios miedos y temores, así como de las sugestiones que de ello emanen. Entre otros aspectos, el horror se distingue por generar incomodidad desde aquello que incluso no se ve, pero se siente, o se imagina. Y eso encontrará el público en esta obra cuyo reparto está integrado por Alfonso Borbolla, Alfredo Gatica, Daney Mendoza, Nacho Tahhan, Miguel Tercero y José Sefami.
Historias de fantasmas, ¿fenómenos paranormales?, es lo que brindará este elenco a partir del 18 de noviembre en el Teatro Libanés. Para llegar con piel chinita o pesadillas en Navidad, la puesta en escena tendrá una breve temporada de funciones alternas para que el terror en vivo sea prioritario entre sus pendientes de fin de año.