Con experiencias con autores como Noah Baumnach y Greta Gerwig, con quienes hizo producciones tan recordadas como Frances Ha y Lady Bird, Sam Levy hizo su carrera como director de fotografía de producciones más independientes. En este contexto, cuando su pareja, Karen Cinorre se decidió a realizar su primer largometraje, se caía de maduro que fuera a buscarlo a él, que contaba con la experiencia necesaria como para ayudarla, pero también porque iba a ser quien mejor entendiera su entender su enfoque.

Así nació el proyecto de Mayday, que se forjó en una visita a Croacia en la que Levy estuvo en el rodaje de un documental y terminó como el lugar en el que vacacionaron con Cinorre. Desde ese momento entendieron que era el paisaje ideal para contar esta historia que mezcla realismo mágico con secuencias de acción, y que Levy definió como una versión de El mago de Oz con perpectiva feminista. Además, reconoció que hay influencias de Alicia en el País de las Maravillas, pero subrayó que a la hora de cerrar el proyecto, de lo que más “hablaron” para darle forma a este film fue de danza. “Vivimos juntos, en Nueva York, y hay tan buenos bailarines en la ciudad y nos encanta la danza”, contó.

“Lo divertido de la danza es que la estética de la danza, los cuerpos en movimiento, esa fue nuestra principal referencia. Vimos algunas películas y fotos, pero tratamos de no hacerlo demasiado, porque es muy fácil volver a, básicamente, recrear lo mismo”, aseveró Sam. En una entrevista con Spoiler, el realizador se refirió a cómo fue compartir el rodaje con su esposa y contó qué podrán esperar los espectadores que vean Mayday. Por el momento su estreno se verá solo en Estados Unidos (desde el 1º de octubre), pero tras la adquisición de Magnolia Pictures como distribuidora, se espera que comience a tener un mayor recorrido en distintos mercados del mundo.

Sam junto a Noah Baumbach en el rodaje de Mistress America. (IMDb)

Tiene elementos de realismo mágico, de algún modo. ¿Cómo fue pensar eso a través de la lente?

No todos mencionan eso, Mayday como película se supone que desafía la gravedad. Nuestro objetivo era que fuera sublime. Es una película sobre no renunciar a la vida. Una mujer que intenta sobreponerse al abuso. Es una película muy física, como surrealista, de acción, hay mucha acción. Para la gente que le gusta la acción, hay cosas para ellos. Buscamos locaciones bellas para presentar peleas y conducciones en motocicleta, corridas en el bosque y gente nadando en el océano.

Croacia se convierte en otro personaje…

Siempre pensamos en Croacia. Hace muchos años rodé un documental allí. Karen Cinorre y yo somos pareja y en ese momento vino a visitarme y luego nos quedamos de vacaciones. Nos encantó el país, la gente, y esa sensibilidad artística de la gente de Europa del Este. Karen estaba empezando a soñar con Mayday, y nos habló. Así que siempre la tuvimos en mente. Cuando Mayday se hizo realidad, volvimos. Tuvimos un gran productor croata, Danijel Pek, que nos mostró la ciudad, y en específico nos enfocamos mucho en la historia. No solo funcionó sino que superó nuestras expectativas, y como dices, se volvió un personaje más.

Hay cierto aire a Wes Anderson en la estética y los personajes. ¿De qué películas hablaron a la hora de inspirarse para hacer Mayday?

Nunca hablamos de Wes Anderson, de verdad. De la única película que hablamos fue de un film ruso de Elen Klimov, Com and See. Es el film que miramos y nos inspiró, sin tratar de verlo demasiado. En particular vimos las explosiones, hay muchas explosiones en Mayday. Las explosiones que se ven en Come and See no son las que se suelen ver en una película de Hollywood, llenas de gasolina, son naranjas, grandes, musculares. Las nuestras eran más silenciosas, y daban más miedo, son tenebrosamente mundanas. Eso fue lo que le mostramos al equipo de efectos especiales para planificar todo, que se hizo todo en cámara.

Es una película de acción, pero sin mucha violencia. ¿Por qué?

Esto es algo de Karen. Cuando los soldados reciben disparos o lo que sea, para ella fue importante que no fuera… No sé si decirle violencia pornográfica, que es lo que suele verse mucho en películas de acción. Mucha sangre y tripas, porque sí. Fue algo más por gusto particular pero también es para darle crédito a la audiencia que sabe qué pasa y no tienes que mostrar todo. Y también trata de una persona sobreponiéndose al abuso, creciendo, sobreviviendo y encontrando su voz.

El feminismo de Mayday

Uno de los puntos más importantes para la directora de la película fue invertir los tropos de acción. A diferencia de la mayoría de las películas en las que los personajes masculinos son los héroes que deben rescatar a una damisela en apuros, Mayday busca demostrar que los personajes femeninos pueden ocupar esos roles de manera óptima.

El poster oficial de Mayday. (IMDb)

“Con Karen llevamos mucho tiempo juntos y no puedo decirte cuántas veces terminamos de ver una película, le digo algo que me gustó, y ella me dice: ‘Estoy de acuerdo, pero no había mujeres en la película. O eran tontas, no hay nada… Son pasivas’. Son la novia. La novia muerta de la que hay que vengarse, que es un tropo muy común, la hija muerta, la esposa muerta”, contó Levy. Además, aseguró: “Cualquier película de guerra en las que puedas pensar, casi no tienen mujeres. Debo admitir, es algo que no pensé hasta años y años en los que discutí con Karen sobre películas, y cuando me dio el guion, me impactó”.

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