Este domingo, la aclamada serie Succession llegó a su final en HBO. A lo largo de sus temporadas, nos ha sumergido en el intrigante mundo de la poderosa familia Roy y su lucha por el control del imperio que han construido. Con giros inesperados, manipulaciones y traiciones, Succession se ha consolidado como una obra maestra del drama televisivo.
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Para los que se hayan quedado con ganas de ver más historias similares, hay una producción imperdible que forma parte del catálogo de Netflix. Se trata de Bloodline, uno de los shows originales más antiguos de la plataforma. En esta serie, exploramos los secretos y las tensiones de la familia Rayburn en los Cayos de Florida, mientras el pasado oscuro de sus miembros amenaza con desmoronar todo lo que han construido.
Bloodline está protagonizada por un elenco de talento, encabezado por Kyle Chandler, Ben Mendelsohn y Linda Cardellini, entre otros. Estos actores entregan interpretaciones cautivadoras, brindando profundidad y complejidad a sus personajes. A medida que la trama se desarrolla, nos sumergimos en un viaje emocional lleno de misterio y conflictos familiares.
Con tres temporadas, Bloodline ofrece una historia cautivadora que va en aumento. Aunque la serie fue cancelada, no se debe pasar por alto, ya que cuenta con un final satisfactorio que vale la pena ser visto, ya que cada episodio nos mantiene en vilo hasta el último momento.
+La película para ver con Jeremy Strong y el estilo de Succession
Jeremy Strong. (IMDb)
Hay una película que captura el estilo similar de Succession y cuenta con la presencia de Jeremy Strong en su reparto: The Big Short. Esta película dirigida por Adam McKay nos sumerge en el mundo de la crisis financiera de 2008. A través de un enfoque audaz y lleno de humor negro, seguimos a un grupo de inversores que descubre la inminente colisión del mercado de viviendas y decide apostar en contra de la economía.