El esperado spin-off de A todos los chicos que me enamoré ya forma parte del catálogo de Netflix. Se trata de Besos, Kitty, la serie que se enfoca en la hermana de Lara Jean Song Covey. Luego del éxito de la trilogía basada en la novela homónima de Jenny Han, finalmente la plataforma de streaming lanzó su historia derivada. ¿Es necesario ver todas las películas para entenderla?
Fue en 2018 cuando se unió al catálogo la primera película protagonizada por Lana Condor y Noah Centineo. La trama presentó a Lara Jean, una adolescente que -de un momento a otro- debe afrontar un loco misterio: todas las cartas de amor que le ha escrito a los cinco chicos de los que ha estado enamorada se envían de forma inesperada.
Los personajes secundarios también se han ganado el cariño de los usuarios de Netflix y así ha llegado Besos, Kitty, la serie de 10 episodios de 30 minutos que estrenó este 18 de mayo en Netflix. Protagonizada por Anna Cathcart, sigue a Kitty Song Covey, la casamentera adolescente que cree conocer todo lo que hay que saber del amor.
“Cuando se muda al otro lado del mundo para reunirse con su novio a larga distancia, pronto se da cuenta de que las relaciones son mucho más complicadas cuando es tu propio corazón el que está en juego”, explica la sinopsis. Sin embargo, algunos espectadores se han sentido atraídos por la ficción sin conocer la historia original.
Besos, Kitty: ¿Es necesario ver “A todos los chicos que me enamoré”?
Si bien las historias funcionan en un mismo universo, son tramas independientes. Por este motivo puedes ver Besos, Kitty sin necesidad de haber visto las tres películas que componen A todos los chicos que me enamoré.
Jenny Han, la creadora, sostuvo en diálogo con Tudum: “Besos, Kitty es definitivamente algo propio. Podrías entrar en esta historia comenzando con la serie y estar en el viaje de Kitty como si la conocieras por primera vez. Ella es el pez grande en un estanque pequeño, y cree que lo sabe todo en Portland. Luego tiene un duro despertar cuando la colocan en un lugar nuevo como Seúl. Eso es muy identificable y universal”.
