Tras un debut más que exitoso, The Last of Us está cerca de llegar a su fin. La serie protagonizada por Pedro Pascal y Bella Ramsey emitirá el último episodio de la primera temporada este domingo 12 de marzo. Antes de su final, un actor de la serie de HBO Max reveló cómo se graban las difíciles escenas de muerte en la ficción.
Se trata de Troy Baker, el actor que interpretó originalmente a Joel en el videojuego que ha causado furor alrededor del mundo. La producción no lo ha dejado afuera de su adaptación y fue así como lo invitaron a interpretar a James, un hombre al que Ellie debe enfrentarse mientras Joel se encuentra herido.
Troy Baker interpretó a James en la adaptación de The Last of Us (HBO Max).
En el último episodio emitido hasta ahora, el personaje de Bella Ramsey ha salido a cazar un ciervo para alimentarse. Fue allí como se encontró con un líder religioso llamado David (Scott Shepard), que resultó ser caníbal y que busca llevarla a su comunidad. Mientras busca protegerse, la adolescente finalmente se libera matando con un cuchillo tanto a David, como a su mano derecha James.
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En un video exclusivo de HBO Max, Troy Baker explicó las diferencias entre interpretar a un personaje en un videojuego y hacerlo en carne propia para una serie. De esta manera, desarrolló cómo se grabó la escena en la que Ellie asesina a su personaje: “Cuando haces una captura de movimiento, mucho de lo que haces es fingido. Si estás sangrando, tienes que fingir que hay sangre. Si te apuñalan, tienes que fingir que te apuñalan. Cuando estás haciendo una película real o un programa como este, hacen todo lo posible”.
Así, el actor que interpretó a James en The Last of Us sostuvo: “Pasé toda la mañana con una prótesis. Tenía un accesorio magnéticoen mi cuello para que cuando Bella Ramsey girara el cuchillo, se pegara justo ahí. Tenía lo que llaman una vejiga llena de sangre que fue canalizada por mi cuello a través de esta prótesis. Entonces, cuando Bella me golpea, me tambaleo hacia atrás y la sangre corre por todas partes”. Baker concluyó: “Pasé por ocho cambios de vestuario. Y cada vez, tuve que sentarme en un charco frío de mi propia sangre. Fue increíble”.
