El año pasado fue inolvidable para las distintas industrias y, una de las que más sufrió, fue la del cine y las series. Como bien es sabido, muchas producciones se vieron afectadas en la continuación de sus historias por distintos motivos: actores con covid, restricciones o cuarentena y, en Outlander atravesaron todas las consecuencias posibles que se pueden imaginar de la pandemia.
Tal es así que, más allá de que durante el 2020 Outlander tenía en plena transmisión la temporada 5, la cual empezó estando en Starz Play y luego llegó a Netflix, todavía quedaba por filmar una edición más. Pero, no fue hasta febrero de este año que el elenco, con Sam Heughan y Caitriona Balfe incluidos, pudo regresar al set para llevar adelante la sexta temporada.
Caitriona Balfe y Sam Heughan en el fin del rodaje de la temporada 6. Foto: (Starz Play)
Y, a pesar de que en la actualidad los próximos capítulos ya están listos para entrar en la post producción, puesto que los intérpretes anunciaron el fin del rodaje, para poder llegar a eso, tuvieron que realizar una ingeniosa estrategia. Es que, el creador de la serie, Ronald D. Moore decidió blindar el set de grabación para evitar más pausas de las que ya tuvieron durante 2020.
Es por esta misma razón que la sexta temporada terminó sus grabaciones antes de lo previsto. Pero, para entender mejor el blindaje de Moore hacia el espacio de rodaje, no se necesita más explicación que decir que creó su propio laboratorio anti covid 19 en Escocia en el que, más allá de la rapidez para los testeos y la fluidez que consiguió en el rodaje, también gastó más de 200.000 dólares.
Pero, a pesar del coste adicional inesperado, que se añade a la gran suma de los trajes de época, los efectos especiales y los traslados por el país escocés, el director considera este espacio una buena inversión. Según lo que él mismo llegó a decir, esta decisión le permitió no tener que limitar las interacciones del elenco y, asimismo, prescindir de ciertas escenas grupales.