La primera temporada de House of the Dragon ingresa en la recta final con el lanzamiento del episodio 8 en la pantalla de HBO y el servicio de streaming HBO Max. Una vez más, la precuela de Game of Thrones dejó en los fanáticos escenas memorables y, sobre todo, una actuación de Paddy Considine que fue aclamada en las redes sociales. Por otra parte, uno de los últimos momentos tuvo un guiño que tal vez lo pasaste por alto, pero tiene sentido en lo que se ha visto de la franquicia.
“The Lord of the Tides”, como se tituló el octavo capítulo, se ambienta unos seis años después de los acontecimientos vistos anteriormente, donde se dejó en claro los bandos en cuanto al futuro del reino. Corlys Velaryon es parte del reinicio de la guerra en los Peldaños de Piedra, donde fue atacado y sufre de una fiebre que amenaza con una pronta muerte, por lo que comienzan a decidir el paso de mando de Driftmark, el cual el Lord había señalado que debía ser tomado por Lucerys, hijo de Rhaenyra. Sin embargo, su hermano Vaemond lo reclama y está dispuesto a viajar a King’s Landing para obtener su cometido, ya que menciona que es una situación que tiene que ver con su sangre y no con nombres.
En Dragonstone, Daemon recibe una carta de su hija Baela comentando lo que ha sucedido y que Vaemond se dirige al castillo del rey para defender su reclamo, por lo que él y Rhaenyra planean hacer lo mismo para impedirlo. Antes, reconocen que están en desventaja, ya que la salud de Viserys solo empeora y son Alicent y Otto Hightower quienes se encargan de este asunto, por lo que desde ese lado ya han perdido apoyo, además de que quitaron los escudos Targaryen y los reemplazaron por lestrellas de siete puntas de los Siete. Por otra parte, Rhaenys, esposa de Corlys, piensa que mandaron a matar a su hijo Laenor para poder casarse y es a ella a quien deben convencer para llevarla a su lado.
En el castillo, se observa a Alicent hablando con una joven llamada Dyana, quien comenta un caso de violación por parte de Aegon y la reina le cree por notar un paralelismo con ella, si bien no hubo tal brutalidad con Viserys, pero estuvo claro que jamás quiso ser su esposa, y menos tener hijos para agigantar el árbol genealógico. Por otra parte, aquí es donde se comienza a dejar en claro que este Aegon no está para nada preparado para lo que vendrá y sus únicos deseos son la bebida y las mujeres, por lo que el siguiente en la línea sucesora parece estar cada vez más listo para la ocasión.
Como mencionamos anteriormente, Rhaenyra debe seducir con una oferta a Rhaenys y lo hace, aunque de manera desesperada: sugiere que sus hijos y las hijas de Daemon contraigan matrimonio para alinear fuerzas y gobernar Driftmark. Es allí que la reina que no fue le explica a la princesa que los Hightower se están preparando para dar el golpe. Ante esto, Rhaenyra se dirige a la habitación de Viserys con un nuevo pedido de apoyo hacia ella y su familia. Antes del summum del episodio, el rey ordena preparar una gran cena para todos sus seres queridos.
Otto Hightower, sentado en el Trono de Hierro, lidera la audiencia por la sucesión de Driftmark, donde planea, junto a Alicent, ponerse del lado de Vaemond. El hermano de Corlys da su punto de vista de la situación y porqué debe ser elegido como el próximo a tomar el trono en su isla, y cuando Rhaenyra comenzaba a hablar aparece un Viserys completamente moribundo, con dificultades para movilizarse y con una máscara que esconde la mitad de su rostro. El rey es quien lidera ahora el asunto e invita a hablar a Rhaenys, quien menciona que el deseo de Corlys fue que Lucerys sea el Lord de Drifmark y ella apoyaba su elección. Por lo tanto, situación resuelta. ¿O no?
Tras decretar que el próximo Lord de Driftmark será Lucerys, Vaemond no lo acepta y enfrente de todos acusa a los niños de no tener sangre Velaryon, hasta llamarlos directamente como bastardos. Pero eso no era todo para él, ya que además llama golfa a Rhaenyra, algo que Viserys no está dispuesto a escuchar y toma su daga con el pedido de que corten su lengua. Sin embargo, Daemon tiene planes diferentes y lo sorprende de espaldas al cortarle la mitad de su cabeza en el gran salón.
Tras la audiencia, se lleva a cabo la cena familiar que pidió Viserys, quien una vez más se manifiesta en favor de sus series queridos y el deseo de que no haya problemas entre ellos. Rhaenyra y Alicent toman las copas y brindan por ellas, ofreciendo gratitud y disculpas por lo que ha sucedido en el pasado. Cuando el momento era emotivo, los problemas entre sus hijos continúan y Aemond, utilizando un parche tras el incidente con Lucerys, instiga otra pelea acerca de la paternidad de los jóvenes.
En el cierre, Viserys responde una pregunta que había hecho Rhaenyra acerca de si el sueño de Aegon el Conquistador era real y menciona que todo es cierto. Alicent solo escucha que Aegon es el príncipe que fue prometido para cumplir con la profecía de La Canción de Hielo y Fuego para unir al reino en contra del frío y la oscuridad. La reina entiende que está hablando de su hijo, pero en realidad está hablando de Jon Snow o Aegon Targaryen, como se dio a conocer en Game of Thrones. Finalmente, el rey muere de manera pacífica y con unas últimas palabras: “Mi amor”.
