Una de las celebridades más queridas actualmente es Henry Cavill, cuya popularidad no dejó de crecer desde que se puso el traje de Superman en el Universo Expandido de DC. Si bien hoy está fuera de esa franquicia, tras ser despedido definitivamente por Warner Bros., su participación no solo le significó grandes cambios en su carrera, también lo hizo en su aspecto. ¡Mira el increíble antes y después!

Cuando llegó a ser el Hombre de Acero, realizó una fuerte rutina de entrenamiento con el persontral trainer Michael Blevins, quien lo hizo ganar diez kilos de masa muscular. Lo que hacía para comenzar a tener la figura que lo caracteriza hoy fue una sesión doble por día en el gimnasio, una dieta de entre 5000 y 6000 calorías y debía dormir diez horas por las noches. Sin embargo, antes de esto lucía muy diferente.

Más de una vez el intérprete hizo público que en su juventud sufrió bullying a causa de su sobrepeso y en la escuela era centro de burlas por parte de algunos compañeros de escuela. En sus primeros años de carrera, con sus roles en Laguna (2001) y El Conde de Montecristo (2002) cambió completamente su aspecto, pero sin tener el porte o los músculos que tiene en la actualidad.

Donde sí empezó a mostrar una similitud a como lo vemos hoy fue en la serie The Tudors y películas como Stardust, Blood Creek, Whatever Works e Immortals, su primer proyecto que se convirtió en un éxito taquillero. Finalmente, en 2013, le llegó la oportunidad que siempre soñó al encarnar nada más y nada menos que a Superman, el personaje más icónico de DC Comics.

Lo cierto es que también tuvo que hacer un esfuerzo más cuando le llegó el momento de interpretar a Geralt de Rivia en la adaptación del videojuego The Witcher para el servicio de streaming Netflix. Una vez dentro del programa tuvo que subir otros diez kilos de masa muscular y bajar un 4% de su grasa corporal. Si quieres saber cuál fue el entrenamiento que hizo en los últimos años, mira aquí.