Sky Rojo es una de las grandes apuestas de Netflix para este año. Y a menos de una semana de su estreno, ser convirtió en un verdadero éxito en toda la plataforma. En diferentes países, figura entre los contenidos más vistos. Pero si aún no tuviste tiempo de verla, no te preocupes, te damos siete razones para que te sientes y comiences a deleitarte con esta historia. 

Sky Rojo: estética pulp, banda sonora y otras particularidades que la hacen imperdible

Creada por Álex Pina, el guionista de La Casa de Papel, White Lines y Los hombres de Paco, esta serie se centra en la huida de tres mujeres de un burdel en España. La historia no solo seguirá su escape sino, además, su valiente enfrentamiento con su proxeneta y aliados. 

Uno de los elementos más llamativos de Sky Rojo, sin dudas, es su estética pulp. Tal vez, el término te parezca poco conocido, pero es un recurso que ha utilizado Quentin Tarantino en varios de sus filmes. Esta serie posee elementos de este estilo con escenas cargadas de violencia y acción. Para aquellos fanáticos del género, sera más que interesante, pues además,  mezcla suspenso, drama y también, tiene toques de las típicas road movie bien desarrollados.

Pero eso no es todo. La banda sonora también es un pie fundamental. La selección es ecléctica y disfuncional, sí, pero nadie podrá negar que cada unos de sus temas atrapan. Desde Lou Reed, pasando por KC and the Sunshine Band, Amy Winehouese y Paulo Londra. Un cóctel musical más que eléctrico. 

Asimismo, no hay que dejar de lado la duración. Para aquellos que disfruten de una buena serie, pero también de la poca extensión de sus capítuloa, esta serie es una elección perfecta. Tiene ocho capítulos con un promedio de 25 minutos cada uno.

Otro elemento con el que la serie destaca es el reparto. Así como en La Casa de Papel, Pina recurre a un elenco con caras conocidas y atractivas. Sky Rojo está protagonizada por la estrella argentina Lali Espósito, pero además, posee nombres bien conocidos como el de Miguel Ángel Silvestre y Verónica Sánchez.

El vestuario es otro gran punto a favor de la serie. De la mano del experimentado Carlos Díez, a través de la ropa, la personificación de cada uno de los actores es magnífica. 

Mención aparte merecen las locaciones. En plena pandemia, se grabó entre Madrid y Tenerife con una fotografía realmente impactante. 

Y, por último, la razón número siete para verla es que habrá segunda temporada. Sí, a veces, terminar una serie tan rápido sabiendo que no continuará resulta desmotivador. Pero Netflix ya anunció que habrá una nueva entrega.