“Una asombrosa historia de crimen real y de la búsqueda para resolver un misterio de 30 años: ¿quién era Sharon Marshall y por qué su verdadera identidad era un secreto para todos, incluida ella?”, dice la sinopsis oficial de esta película que llegó a Netflix este mes de julio y ya se encuentra entre los contenidos más vistos del Gigante del Streaming inquietando a los suscriptores con sus alternativas. ¡Atención!
La triste historia de Sharon Marshall está enmarcada por situaciones de lo más inverosímiles para la vida común de las personas. Estamos hablando de secuestro, abuso sexual, falsificación de identidad y prostitución infantil. Está claro que la historia de La Niña de la Foto puede herir sensibilidades con todo lo que su protagonista tuvo que vivir por culpa de su padrastro.
Una historia real inquietante
Lo cierto es que Marshall aparece en una imagen junto a un hombre que decía ser su padre pero en realidad era la pareja de su madre. Él la secuestró a los 5 años llegando, inclusive, a cambiar la identidad de la niña para de esa manera evitar ser atrapado por lo que ya era un crimen grave incluso antes de los desafortunados eventos que siguieron a la privación de la libertad que sufrió Sharon.
La revelación es que esta niña en realidad se llamaba Suzanne Marie Sevakis y también la conocieron, en la secundaria, como Tonya Hughes. Nació el 6 de septiembre de 1969 en Michigan y era la menor de tres hermanas, hija de padres separados. Entonces Franklin Delano Floyd, el hombre que la privó de su libertad envió a sus hermanas a un orfanato, se hizo pasar por el padre de ella hasta que la obligó a casarse con él y trabajar como bailarina.
La historia se torna cada vez más oscuracomo cuando se mudaron a Las Vegas donde Floyd la obligaba a ir a clubes nocturnos donde la prostituía y hasta se embarazó en tres ocasiones donde una de las veces tuvo a Michael, un hijo que fue asesinado por este psicópata criminal que había repetido este modus operandi en más de una ocasión en su vida.
La película del caso. Foto: Netflix.
El destino de Franklin Delano Floyd está sellado porque fue atrapado por las autoridades de su país y condenado a la pena capital producto de los atroces crímenes que cometió a lo largo de su vida. Mientras tanto, Suzanne tristemente falleció a los 20 años cuando fue atropellada en Oklahoma y el responsable del accidente escapó del lugar del hecho abandonándola, una vez más, ocupando el lugar de víctima.