Rodrigo de la Serna consiguió la fama internacional después de los 40 años cuando se puso en la piel de Palermo para protagonizar La Casa de Papel. La serie ya era un suceso de Netflix y el actor pasó a ser conocido en todo el mundo por el papel. Sin embargo, en su país ya contaba con una extensa carrera que lo tuvo en importantes producciones locales. Entre ellas se encuentra Crónica de una fuga, película de 2006 de vital importancia histórica porque retrata la última dictadura militar en Argentina de la que hoy se cumplen 45 años. ¿Cómo verla?

El film está basado en la novela autobiográfica Pase libre: la fuga de la Mansión Seré y cuenta la historia de Claudio Tamburrini: arquero del equipo de fútbol de Almagro y estudiante de Filosofía que fue secuestrado el 3 de noviembre de 1977 por el Gobierno de Facto de ese entonces acusado de subversión porque militaba en un partido de izquierda. 

La trama gira elrededor de Claudio y otros tres detenidos en un centro clandestino llamado Mansión Seré, en Buenos Aires. Pasados más de tres meses en cautiverio, las víctimas de Terrorismo de Estado deciden escapar y ponen en marcha un plan de fuga para intentar salvar sus vidas.

La película se estrenó el 24 de marzo de 2006 (a 30 años del golpe militar), fue dirigida por Israel Adrián Caetano y además está protagonizada por Pablo Echarri, Nazareno Casero, Daniel Valenzuela y Lautaro Delgado. Crónica de una fuga tuvo múltiples reconocimientos como nominaciones al Festival de Cannes y al Premio Independent Spirit. También ganó el premio Clarín como La mejor película del año. 

La cinta tiene una carga histórica muy significativa porque retrata el horror vivido en Argentina durante la dictadura militar de 1976 a 1983. La violencia estatal provocó 30 mil desaparecidos y entre ellos 220 fueron deportistas (como Tamburrini). La producción actualmente puede verse en Youtube en buena calidad y dura 1 hora 39 minutos. 

"La película empieza haciendo una revisión rápida e inmediata de lo que uno puede imaginar de una película sobre la dictadura, y recién después empieza la película, empieza a desarrollarse la relación entre los personajes, un brindis de fin de año medio chiflado, que no se entiende mucho. Es una locura estar ahí adentro. Y lo que más me interesaba contar era esa suerte de manicomio que apuntaba a quebrarte anímicamente a partir del terror", destacó el director en una entrevista de 2015 en Los Inrocks.