A pesar de que todavía no comenzaron los rodajes de la quinta temporada de The Crown, la idea de una nueva parte sigue causando estupor en Windsor. Es que, en los próximos episodios, Peter Morgan plasmará, según la cronología con la que se estuvo manejando, la década desde los 90 hasta los 2000, lo que incluye el “annus horribilis” del 92 y la peor tragedia en la historia de la Casa Real: el fallecimiento de Lady Di.
La primera vez que la Princesa de Gales apareció en The Crown fue en la temporada anterior, la cuarta, ya que se plasmaron los años en los que conoció al Príncipe Carlos y cómo comenzó su historia. La joven Diana, hija del Conde de Spencer, llegó a la vida del heredero al trono tras conocerlo en su misma casa cuando éste se disponía a salir con su hermana mayor, Lady Elizabeth Sarah.
Sin embargo, para la producción de la serie fue muy complicado encontrar la manera de contar la vida de la conocida como la princesa del pueblo. Esto se debe a que, no solo desde Buckingham intentaron evitarlo, sino que también lo hizo su hermano menor, Earl Charles Spencer, el actual Conde de Spencer y quien se encargó de complicar el rodaje de la cuarta temporada y, asimismo, de la quinta.
Cuando comenzó el trabajo de la última edición publicada en Netflix, Morgan le consultó al Conde si estaba dispuesto a ceder su hogar en Althorp para poder filmar allí, pero éste se negó rotundamente y aclaró que no les dará el espacio para los nuevos episodios. “Lo que me preocupa es que la gente vea una serie así y se olvide de que es ficción. Hay muchas conjeturas y mucha invención”, contó en una entrevista con Today.
A su vez, el hermano de Diana explicó que, para él, es su deber defender a la madre de los Príncipes William y Harry inclusive de una serie como The Crown para asegurarse de que su legado no se vea empañado por descripciones sensacionalistas. “Crecimos juntos, si creces con alguien, sigue siendo esa persona, no importa lo que le pase después. Así que sí, siento que tengo el papel de honrar su memoria”, cerró.