La Llamada Final: clichés que no nos preparan para las sorpresas del film

El escenario de la cinta de horrorLa Llamada Final es un pequeño pueblo norteamericano a finales de los 80 donde un chico nuevo llega para establecerse mientras oculta un pasado misterioso que busca dejar atrás. La relación con su madre no es la mejor y en el marco de la nueva escuela secundaria a la que concurre, conoce a Tonya (Erin Sanders), una joven seductora que será la excusa para que Chris (Chester Rushing) forme parte de un grupo de “amigos rebeldes”.

De esta manera tenemos al chico nuevo, la chica mala, y el resto de los protagonistas de este relato de horror que empieza con bastantes clichés del género. En este caso se suman los hermanos Zack (Mike Manning), el chico malo, y Brett (Sloan Morgan Siegel), el gracioso del grupo. Todos ellos mantienen una resentimiento respecto de Edith Cranston (Lin Shaye), una mujer que tenía una guardería para chicos y resultó acusada de la desaparición de uno de los jóvenes a su cuidado.

La Llamada Final tiene clichés pero sorprende

La música de la película acompaña bien y ayuda a la atmósfera de suspenso que va creciendo a medida que pasan los minutos. La cinta es corta y tiene un desarrollo lento. Se vería beneficiada con algún personaje más dentro del grupo de “amigos” que terminan haciendo las veces de víctimas en el misterioso juego de la llamada que se les plantea hacia el final de la historia con la participación del esposo de Edith: Edward (Tobin Bell).

Punto a favor de la producción por haber elegido a Lin Shaye y Tobin Bell como parte del elenco del film. Sus entradas en el género: La Noche del Demonio y El juego del Miedo son reconocidas por los amantes del terror y seguramente parte de la audiencia va a estar seducida gracias a la participación de estos actores que tienen un talento probado para esta clase de film.

Las situaciones en las que se plantea el verdadero horror dentro de la película nos recuerdan a clásicos como Pesadilla en la Calle Elm o la menos recordada La Nave de la Muerte, donde los personajes en cuestión son acechados por viejos recuerdos o sus peores temores de manera que podemos sentir el profundo miedo que sienten en esos instantes que nos paralizan por su intensidad.

La película está adornada por estereotipos del género del terror pero no por eso es menos interesante. Tal vez más personajes y una duración más extensa podrían haberla beneficiado. Nos quedamos con ganas de más y eso no es necesariamente malo. La Llamada Final parece un relato que puede ser “descubierto” con antelación, pero hay algunas sorpresas en el camino que la convierten en una cinta de terror “valorable”.